“Desviaciones”
Por el lado de la oposición sigue la indefinición de posibles candidatos y el procedimiento para su elección.
Ante las declaraciones y actitud del no-líder del PAN, Marko Cortés aparentemente su candidato va a salir de la camarilla en el poder de ese partido, sin incluir a miembros disidentes de esa dirección temporal y menos saber la opinión de la sociedad.
La división en este partido los va a llevar al fracaso y perjudicará la coalición para el 2024.
La reciente primera expropiación del régimen se llevó a cabo en Coatzacoalcos, Veracruz, aunque juró que nunca iba a promover expropiaciones a particulares, incrementará la ya raquítica confianza en el gobierno y frenará la inversión extranjera y nacional por obvias razones.
Sigue la impunidad. ¿Qué ha pasado con el director del INAMI? ¿Sigue en su puesto por ser amigo?
Qué pasó con Ignacio Ovalle de SEGALMEX. ¿Intocable por ser amigo? ¿Y los atacantes de Ciro Gómez Leyva? ¿Y la evidente protección a Yasmín Esquivel?
Estos temas son como fuegos artificiales, se elevan, truenan y llaman la atención y luego se apagan, pero destruyen el poco prestigio que le queda al gobierno en turno.
Si seguimos comentando desviaciones del régimen, los ataques a la SCJN ya rebasaron nuestras fronteras y López Obrador ya tiene señalamientos internacionales de francas y comprobadas violaciones al derecho internacional, los cuales atentan contra las bases de una República democrática.
El Presidente de la República Mexicana aún en sus peores momentos del pasado siempre ha sido una figura respetada, excepto en este régimen. La causa es muy sencilla de determinar. Desde que tenemos memoria, ningún presidente había insultado a sus gobernados en forma sistemática y de ahí el respeto total a la investidura presidencial.
En el mandatario actual ha sido diferente. Desde el inicio de su gestión empezaron los insultos diarios a periodistas, abogados, médicos, ingenieros, opositores, catedráticos, científicos, becados, aspiracionistas, estudiantes en el extranjero, políticos de oposición y en general, cualquier disidente a sus ideas.
Esta falta de dignidad al puesto más importante de México le ocasionó perder cualquier respeto al puesto de presidente de México, que es creciente , imparable e irreversible.
Estas son auténticas,
“desviaciones”.
