Guerreros Buscadores de Jalisco regresan al Rancho Izaguirre por orden judicial

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Acompañados por la Guardia Nacional y personal de la Fiscalía General de la República (FGR), integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco entraron este viernes 2 de mayo al Rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán. El acceso se dio luego de que un juez reconociera su derecho a participar activamente en las investigaciones sobre posibles sitios de desaparición forzada.
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El ingreso ocurre días después de que el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, declarara que no existen pruebas concluyentes que vinculen el predio con actividades de incineración humana. Sin embargo, las familias sostienen lo contrario: aseguran que hay evidencia de restos óseos calcinados que fueron recuperados en ese lugar.
La disputa entre las versiones oficiales y lo que narran los colectivos no es nueva, pero en este caso escaló a los tribunales. El juez que resolvió a favor de los familiares subrayó la obligación de la FGR de permitirles el acompañamiento en campo.
Desde su llegada, el colectivo ha insistido en que las labores deben hacerse con transparencia. “No se trata de crear narrativas para calmar a la opinión pública, sino de encontrar a quienes nos faltan”, expresaron integrantes del grupo tras entrar al Rancho Izaguirre.
En contraste con lo dicho por el fiscal, las buscadoras aseguran que en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses hay por lo menos 17 lotes con restos óseos recuperados del lugar. Estos fragmentos, según indican, están catalogados en el sistema SIAVA e incluyen partes como cráneos, fémures y piezas dentales.
A pesar de los peritajes previos realizados por la FGR, el colectivo insiste en continuar la exploración. No solo buscan más evidencia, sino también dignidad en el proceso: que las familias tengan voz y presencia en los sitios donde se sospecha que ocurrió lo peor.
Por ahora, las labores continúan y las expectativas son altas. Mientras la Fiscalía mantiene su postura, los Guerreros Buscadores avanzan entre el silencio del campo y los recuerdos que aún no tienen nombre.