Más de 700 familias en BCS sufren el abandono económico de sus padres

La falta de cumplimiento de las obligaciones alimentarias se ha convertido en un grave problema en Baja California Sur
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De acuerdo con cifras de incidencia delictiva del fuero común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en lo que va del año 2024, Baja California Sur ha superado las 700 denuncias contra deudores alimentarios, concentrándose principalmente en Los Cabos y La Paz.

El delito de incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar ocurre cuando una persona con la responsabilidad de cubrir las necesidades básicas de sus hijos, como alimentación, vivienda, vestimenta y educación, entre otros, deja de cumplir con esta obligación sin justificación, lo cual es considerado un delito y tiene consecuencias legales para el infractor.

En comparación con el mismo periodo de 2023, la incidencia de deudores alimentarios en Baja California Sur disminuyó un 2.5%, pasando de 735 carpetas de investigación entre enero y octubre de 2023 a 716 casos en el mismo periodo de 2024.

Los Cabos lidera en número de denuncias, con 275 casos, seguido de La Paz, con 270. En estos dos municipios, los colectivos feministas de la región han impulsado iniciativas para visibilizar a deudores alimentarios, recibiendo la mayoría de los casos reportados.

Aunque en menor cantidad, la problemática también se presenta en los municipios del norte del estado: Mulegé reporta 80 casos, Comondú 59, y Loreto 32.

Es importante destacar que el incumplimiento de estas obligaciones afecta a las víctimas no solo económicamente, al privarlas de recursos básicos, sino también emocionalmente, especialmente a los menores de edad, quienes pueden llegar a sentirse abandonados y desprotegidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

YJ

Autor

  • Daniela Lara

    Reportera de sección policiaca de Tribuna de Los Cabos Licenciada en criminología egresada de la Universidad Mundial Campus Los Cabos, especialista en seguridad privada y técnicas criminalísticas. Soy criminóloga de profesión, pero reportera por vocación. Para mí el periodismo es una herramienta para impulsar políticas públicas para la prevención y erradicación del delito, así como de la impunidad.

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