Netanyahu acaricia un nuevo mandato en Israel con sus aliados de ultraderecha

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El ex primer ministro de Israel y líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu, se dirige a sus partidarios en la sede de la campaña en Jerusalén a principios del 2 de noviembre de 2022, después del final de la votación para las elecciones nacionales.

Con el triunfo de su partido en las legislativas, el ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu parecía este martes encaminarse a la victoria gracias a sus aliados de la extrema derecha, aunque los resultados definitivos todavía podrían dar una sorpresa.

“Netanyahu busca una victoria decisiva, Lapid espera un empate, Ben Gvir celebra la victoria”, titulaba el Yediot Aharonot, el diario más vendido en Israel.

A las 10H00 (08H00 GMT) se habían contabilizado alrededor del 84% de las papeletas. Según los resultados parciales, el derechista Likud de Benjamin Netanyahu obtendría 31 escaños, por delante de la formación centrista Yesh Atid del primer ministro saliente Yair Lapid, que recabaría 24 escaños de los 120 de la Kneset (Parlamento).

Los aliados ultraderechistas de Netanyahu, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, llegarían en tercera posición con 14 escaños, el doble de los que cuenta actualmente.

Les seguiría el partido de centro derecha del exjefe del ejército, Benny Gantz, con 12 escaños, y miembro de la saliente coalición.

Con sus aliados, el Likud de Netanyahu sumaría un total de 65 escaños, es decir una mayoría.

Sin embargo, estos resultados podrían cambiar a medida que avanza el escrutinio, sobre todo en función del resultado de los pequeños partidos.

Según los resultados parciales, dos listas – un partido árabe y la formación de izquierda Meretz – se acercan al umbral de elegibilidad y sus resultados podrían cambiar todo.

Estas elecciones se celebraron en medio de un rebrote de violencia en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

El miércoles por la mañana el ejército israelí mató a un palestino que previamente había herido de gravedad a un soldado embistiéndolo con su vehículo en un puesto de control.

“Revolución derechista”

Netanyahu, el primer ministro más longevo del Estado de Israel, perdió el poder en 2021, derrotado por una coalición heteróclita creada por Lapid.

“Tengo experiencia, he hecho algunas elecciones, tenemos que esperar los resultados definitivos pero nuestro camino, el del Likud, resultó ser el bueno. Estamos cerca de una gran victoria”, dijo el dirigente conservador, de 73 años, a sus seguidores reunidos en Jerusalén.

“Hasta que no se cuente la última papeleta de voto, nada está decidido”, afirmó su rival Lapid.

No obstante, un ex miembro del Likud, Gideon Saar, advirtió que Israel se dirige hacia una “coalición de extremistas” liderada por Netanyahu y sus aliados.

“La gente quiere andar con seguridad por las calles, que nuestros soldados y policías no estén atados de pies y manos”, dijo Itamar Ben Gvir, uno de los líderes de Sionismo Religioso, que defiende usar la fuerza contra los palestinos en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupada.

“Israel está al borde de comenzar una revolución derechista, religiosa y autoritaria, cuyo objetivo es destruir la infraestructura democrática sobre la que se construyó el país”, advertía el miércoles el diario de izquierda Haaretz. “Podría ser un día oscuro en la historia de Israel”, añadió.

Umbral de 3,25%

Los israelíes acudieron a votar masivamente en las quintas elecciones legislativas celebradas en el país en menos de cuatro años, con un Netanyahu determinado a volver al poder, pese a ser juzgado por corrupción.

La clase política multiplicó los llamamientos a los 6,8 millones de electores inscritos a votar, lo que parece haber dado sus frutos con una participación del 71,3%, la más alta desde 2015, según la comisión electoral.

En el sistema proporcional de Israel, las listas electorales deben obtener al menos el 3,25% de los votos para acceder al Parlamento con un mínimo de cuatro escaños.

Esto pone en riesgo la representatividad de las formaciones árabes israelíes, que en 2020 se presentaron bajo una sola lista y obtuvieron un resultado récord de 15 escaños.

Pero esta vez se presentaron dispersos en tres candidaturas: Raam (islamista moderado), Hadash-Taal (laico) y Balad (nacionalista). Si no superan el umbral del 3,25%, Netanyahu tendría más posibilidades de volver al poder.

“Los resultados muestran que Netanyahu tiene más probabilidades de formar un gobierno con fascistas de su lado”, señaló la diputada de Hadash-Taal Aida Touma-Suleiman.

“Y esto nos preocupa mucho (…) porque muestra la dirección que está tomando este país y lo que les espera a los palestinos que viven en este país”.

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