ONU aprueba nuevo tratado para proteger los océanos

Antes de su aprobación fue necesaria una extensa negociación en marzo pasado, y ya ha sido revisado y traducido a los seis idiomas oficiales de la ONU.
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Ballena

Después de años manteniendo debates y de la insistencia de los grupos ecologistas, los países de la ONU han decidido establecer el primer acuerdo de protección de la altamar, lo cual es considerado crucial por los grupos ecologistas, ya que esto permitirá la creación de áreas marinas protegidas en aguas internacionales para preservar los océanos que están en peligro debido a la contaminación, la crisis climática y la minería.

La aprobación del tratado fue recibida con una gran ovación por parte de los representantes gubernamentales, quienes se pusieron de pie para celebrar la conclusión de este largo proceso.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su satisfacción con la adopción del tratado y destacó que este acuerdo demuestra la capacidad de la comunidad internacional para unirse y abordar de manera conjunta los grandes desafíos globales. Guterres afirmó que el “espíritu de la cooperación internacional sigue vivo” y que el tratado brinda una oportunidad para suscitar una nueva vida a los océanos después de un momento crítico.

Sin embargo, el tratado no entrará en vigor hasta que al menos 60 países lo hayan firmado y ratificado, de este modo, el texto estará abierto a la firma en la sede de las Naciones Unidas a partir del 20 de septiembre, y Guterres hizo un llamado a los gobiernos para que actúen rápidamente y no se retrasen en su firma.

Los grupos ecologistas habían insistido durante años en la importancia de este tratado para salvar los océanos, pues mencionan que la contaminación, la crisis climática, las nuevas tecnologías, la minería en el fondo marino y la pesca intensiva, representan graves amenazas para los ecosistemas marinos.

Con dos tercios de los océanos perteneciendo a la altamar, es crucial establecer una jurisdicción clara y normas adecuadas para proteger estas áreas que hasta ahora han sido gestionadas de manera insuficiente y poco coordinada.

El nuevo tratado se basará en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y tiene como objetivo asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en las zonas fuera de la jurisdicción nacional.

Entre otras medidas, se establecerán zonas marinas protegidas para cumplir con la meta internacional de salvaguardar al menos el 30 por ciento de los océanos para el año 2030. Además, se promoverá la evaluación del impacto ambiental de las actividades en aguas internacionales y se facilitará la cooperación entre países en tecnología marina.

El tratado también establece un marco para el intercambio de beneficios derivados del mar, especialmente en relación con los recursos genéticos marinos, que podrían tener aplicaciones en medicina y otras áreas. Este fue uno de los últimos puntos de negociación, ya que surgieron diferencias entre los intereses de los países desarrollados, que tienen más capacidad para aprovechar estos avances, y los países en desarrollo, que temen ser excluidos.

Con este nuevo tratado, la comunidad internacional da un paso significativo hacia la protección de los océanos y la conservación de sus recursos. Ahora, se espera que los países actúen rápidamente para firmar y ratificar este acuerdo, brindando una oportunidad para las generaciones futuras.