¿Qué hacer ante la picadura de fragata portuguesa?

La fragata portuguesa genera riesgo por su picadura y sustancia tóxica para los bañistas durante las próximas vacaciones
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Fragata portuguesa: ¿qué hacer en caso de picadura?

La fragata portuguesa incrementa su presencia en las playas del país durante invierno, coincidiendo con la temporada de vacaciones invernales, cuando miles de visitantes llegan a las costas. Especialistas advierten que este organismo representa un riesgo significativo debido a su picadura, capaz de liberar una sustancia tóxica incluso cuando parece inofensivo al estar varado en la arena.

Ante una picadura de fragata portuguesa, especialistas enfatizan que la respuesta inmediata es clave para evitar complicaciones, especialmente ahora que este organismo aparece con mayor frecuencia en playas durante la temporada de vacaciones. La fragata portuguesa, también conocida como aguamala, puede liberar una potente sustancia tóxica incluso cuando está muerta o varada en la arena, por lo que autoridades llaman a extremar precauciones y saber cómo actuar.

Para atender correctamente una picadura, se recomienda salir del agua de inmediato y lavar la zona afectada únicamente con agua de mar, evitando estrictamente el uso de agua dulce, ya que esta libera más toxina. Con ayuda de pinzas o guantes, deben retirarse los restos de tentáculos adheridos a la piel. Posteriormente, se sugiere aplicar calor mediante inmersión en agua caliente entre 42°C y 45°C durante 20 a 40 minutos para aliviar el dolor y neutralizar parcialmente los efectos tóxicos.

De igual forma, se recomienda utilizar crema de hidrocortisona o analgésicos y acudir a atención médica si la lesión es extensa o provoca mareos o problemas respiratorios.

Los expertos recomiendan evitar tocar ejemplares vistos en la arena y acudir a atención médica si la picadura provoca dolor intenso, mareos, problemas respiratorios o si la lesión es extensa. También insisten en no aplicar vinagre, hielo directo, alcohol, amoníaco ni frotar la zona. Autoridades reiteran que conocer estas medidas reduce significativamente los riesgos asociados a este organismo durante las próximas vacaciones.

El investigador Amílcar Cupul Magaña del Centro Universitario de la Costa advirtió que, aunque la fragata portuguesa suele ser arrastrada por vientos del Norte en invierno y puede aparecer muerta en la orilla, continúa representando riesgo para los visitantes. Su estructura flotante en forma de “bombita azul” y sus tentáculos, cargados de nematocistos, son los responsables de la liberación de la sustancia tóxica.

Durante invierno, la presencia de fragata portuguesa aumenta en las playas, coincidiendo con la llegada masiva de turistas. Este organismo marino se mantiene en el océano durante todo el año, pero es en invierno cuando los vientos la empujan hacia la costa, donde queda varada sin perder su capacidad de causar lesiones.

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