El transporte público: crónica de una saturación anunciada

Es urgente que se generen políticas públicas y estándares a nivel regional para que el transporte sea de mejor calidad y a un menor precio. Desde la iniciativa privada trabajamos para elaborar una propuesta para que las autoridades locales tengan elementos de proyección.
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Fernando Castro, presidente de la AEBBA

Un estudio publicado por la ONU en 2002 sobre América Latina, preveía el reto que representaría el transporte público en los siguientes 20 años como un agente estabilizador y potencializador de la igualdad y la movilidad económica. Este reporte anunciaba que en los próximos años el ciudadano promedio de la región pasaría de invertir poco más del 3% en la movilidad desde y hacia el trabajo o la escuela hasta llegar a poco más del 10%, es decir casi dos horas y media. En ese entonces se veían varios factores que tendrían que considerarse en las políticas públicas: 1) crecimiento desordenado de las ciudades; 2) mayor cantidad de autos personales; 3) la mayor congestión; entre otros.

Para ese momento ya se anunciaba que el transporte público era caro, ya que el ciudadano promedio de Argentina, Chile, México y otros veinte países en el estudio destinaban al menos el 8% de su ingreso a este rubro. ¿Por qué es importante analizar el transporte público? En México el 56% de los ciudadanos lo utilizan de manera habitual. Además, por estudios en países con altos ingresos por turismo, también mencionan que al menos 2 de cada 3 turistas valoran un buen servicio de transporte público para realizar más actividades y para regresar a un destino.

Económicamente hablando, el transporte público en México es un catalizador económico, en ciudades donde existe un sistema masivo y de bajo costo como en la Ciudad de México, el usuario realiza hasta 4 veces más viajes que en ciudades con menor infraestructura. El salir de casa es determinante para promover la economía local, el costo del transporte es un factor que incentiva a las personas a salir a comer a la calle, a comprar alguna prenda, a realizar una actividad de esparcimiento.

En un estudio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes titulado “Estudio de la demanda de transporte”, se encontró que los factores que el usuario promedio en México prioriza para aumentar su consumo son: 1) precio; 2) velocidad del servicio; 3) frecuencia del servicio.

¿Qué tan ciertas fueron las previsiones de la ONU? Al revisar el estado actual del transporte público en México, podemos encontrar que en efecto, los precios según el INEGI no se ven muy alentadores, ya que las tarifas en estas tres ciudades suelen estar entre las más bajas del país. Ahora podemos realizar un ejercicio simple para una familia promedio de México con dos padres de familia que trabajan y dos menores en edad escolar. En este caso los viajes de los menores, suelen tener un descuento del 50%. (tabla 1)

Si consideramos los hogares promedio con el ingreso diario de $414.88 pesos y que los cuatro miembros realicen sus actividades diarias. Entonces el gasto en transporte es el siguiente: (tabla 2)

A excepción de la gente que puede utilizar sólo el sistema colectivo Metro de la Ciudad de México, en todos los casos el transporte ya representa más del 8% que en 2002. En el caso del área de Bahía de Banderas-Puerto Vallarta la situación podría ser más crítica debido al elevado costo del transporte interurbano, situación que ha sido remediada por muchos empleadores gracias al uso de transporte de la empresa que ayuda a disminuir tanto los tiempos invertidos en traslados como el costo dedicado a este consumo. Sin embargo, esta práctica es exclusiva del sector hotelero y algunos prestadores de servicios.

Dejando de nueva cuenta a la mayor parte de la planta laboral en una situación crítica que debe ser analizada para entender la escasez de personal y la alta rotación en puestos de bajos ingresos. Las condiciones en la zona son las siguientes: (tabla 3)

Para una familia que no cuenta con un subsidio de la empresa o con transporte de personal estaría dedicando casi la mitad de sus ingresos al transporte más de 6 veces el límite que preocupaba a la ONU en 2002. (tabla 4)

El transporte público es una variable clave para el desarrollo, en la región como en otras partes, la iniciativa privada ha solucionado el problema aunque sea de manera parcial. Sin embargo, no es una solución si sigue siendo un esfuerzo aislado que no permea a todos los sectores de la población. Es urgente que se generen políticas públicas y estándares a nivel regional para que el transporte sea de mejor calidad y a un menor precio. Que trabajar deje de ser un lujo para la población de menores ingresos.

Desde la iniciativa privada estamos trabajando para elaborar un plan en forma de propuesta para que las autoridades locales tengan elementos de proyección y atender el crecimiento natural de los centros de población de manera integral.