Turistas arriesgan la vidas por treparse al Arco de Cabo San Lucas

En redes sociales circula un video que muestra a personas escalando el icónico Arco de Cabo San Lucas. Este acto, aunque puede parecer entretenido, es altamente peligroso y prohibido debido a las características del lugar.
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Dos personas escalando Arco de CSL

En las redes sociales, ha circulado un video que ha captado la atención, mostrando a dos personas aventurándose a escalar el icónico Arco de Cabo San Lucas. A primera vista, esta hazaña podría parecer entretenida, pero es crucial comprender que esta acción no solo está rigurosamente prohibida, sino que también conlleva un riesgo extremo debido a las características del lugar.

El Arco de Cabo San Lucas es una estructura rocosa con imponentes paredes verticales que alcanzan alturas de hasta 67 metros, ubicada a unos 30 metros de la costa. Las aguas circundantes son conocidas por su turbulencia, con profundidades que llegan hasta los 18 metros, lo que convierte el intento de escalar el arco en una experiencia extremadamente peligrosa.

Este sitio es un monumento natural protegido que forma parte de un Refugio Submarino de Flora, Fauna y Condiciones Ecológicas desde 1973, bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Además, en 2005, la UNESCO lo reconoció como Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad, junto con otras áreas marinas del Golfo de California.

Además de los riesgos personales para la seguridad, es esencial destacar que las regulaciones locales son muy estrictas en cuanto a la protección del medio ambiente. El Reglamento de Equilibrio Ecológico establece que quienes causen daño ambiental en Los Cabos podrían enfrentar multas que varían desde 10 UMAS (Unidad de Medida y Actualización), equivalentes a aproximadamente 1,037 pesos, hasta 10,000 UMAS, que ascienden a 1,037,400 pesos.

En resumen, escalar el Arco de Cabo San Lucas está terminantemente prohibido y representa un peligro tanto para la seguridad personal como para el entorno natural. Se debe disfrutar de su belleza desde tierra firme y respetar las regulaciones locales para mantener este valioso sitio intacto.

Brenda Ireri Yáñez
EtiquetasEl Arco