Vecinos de invasión en colonia Palmas claman por despensas y agua potable

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Cabo San Lucas. Hace más de cuatro semanas que Ausencio dejó de trabajar en la obra, se las ha visto difícil, aun buscando algún trabajo, con cuatro niños, para el padre de familia ha sido una temporada de gran desesperación.

En la invasión de la colonia Palmas, la familia de Ausencio Valente Ramírez junto con sus demás vecinos están desesperados porque no han recibido ayuda. “Yo decido hablar porque están mis cuatro hijos y ya nos urge un apoyo, sólo estamos pidiendo una despensa y que vengan a darnos agua potable’’.

En esos momentos pasó la pipa que destinada a entregar agua a las familias vulnerables, pero en esa calle de invasión no pasan, y fue lo que manifestó don Ausencio, “Mire, nada más vemos pasar las pipas, sabemos que son las que manda el Gobierno para regalar agua y nunca se paran por acá, sólo se siguen de largo y nadie se acerca para ver a todas las familias que estamos en esta invasión’’.

“Yo tengo diez años de vivir en Cabo San Lucas, pero nos venimos de Guerrero con la esperanza de tener mejor oportunidad de vida, no la habíamos pasado mal, pero ahora con eso de la pandemia, nos ha dejado con nada, lo poco que junté con lo que trabajé, compré arroz, frijolitos y huevo, pero todo se acaba con cuatro bocas que mantener’’.

Para Ausencio Valente, los olvidados de la invasión Palmas, dice, “somos alrededor de treinta y cinco familias, poco más de treinta y dos niños, todos estamos ubicados en esta zona, pero somos los olvidados, nadie se ha acercado por este rumbo a traernos ayuda, sólo le repito, estamos pidiendo despensa y que nos obsequien agua porque tenemos que pagar desde setecientos a mil quinientos pesos para que nos llenen los tambos de agua’’.

“Yo trabajaba en la obra, he salido a buscarle pero no hay donde, además de que no podemos salir, eso nos han dicho, pero además vendo elotes, ya nos prohibieron que saliéramos, ahora los vendemos en la casa, los vecinos ya saben que tenemos y pues así nos ayudamos un poco. Y eso sirve para comprar leche, lo indispensable’’.

“Gracias a Dios unos vecinos y otros nos ayudamos, nos compartimos de lo que tenemos, hay algunos adultos mayores que son los que nos preocupan, así como una persona con discapacidad, por favor sólo estamos pidiendo que vengan a dejarnos unas despensas, no estamos pidiendo nada que no se pueda, porque ya no tenemos dinero, y todavía va para largo la cuarentena’’.

“Nosotros somos dos adultos y los cuatro niños, dos jóvenes van al Cecyte y dos en primaria, ahora les están mandando trabajos y tareas por el teléfono, así es como están trabajando para la escuela, yo le voy buscando que el frijolito, el arroz; de este lado tenemos una pequeña huerta donde hemos sembrado matas de jitomate y chile, pero apenas están dando’’.

“Mi esposa es Yolanda Vázquez, ella es la que prepara los elotes, antes, después de trabajar en la obra me salía a venderlos, pero pues ahora no nos dejan, y algo tenemos que hacer porque los chamacos todos los días tienen hambre, ojalá se acercaran y vieran cómo estamos todos, queremos que nos ayuden con despensa y con el agua potable, como lo han hecho en otras partes y a nosotros nos tienen olvidados”.

Don Ausencio proporciona su teléfono que es 624 255 01 56 para que no tengan duda de lo que dice, ya que habla por él y sus necesidades, pero también de sus vecinos; la mayoría de los jefes de familia trabajan en la obra y se han quedado sin laborar, debido a que se han parado actividades en las obras de construcción.

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