La araña violinista y la posibilidad de atacar a un ser humano

En México hay 40 especies de este tipo de arácnido, 38 son endémicas y dos que fueron introducidas
0
1057

Uno de los tipos de arañas más temidos por su alta toxicidad es la variedad conocida como violinistas, de las cuales existen 40 especies diferentes en México, 38 de ellas son endémicas y dos fueron introducidas.

Aunque su mordedura suele ser muy peligrosa debido a su potente veneno, este tipo de arácnido es sumamente tímido, por lo que prefiere alejarse del ser humano, de tal suerte que su interacción y ataques a los hombres suele ser muy rara.

No obstante, sí se da una mordedura de este animal a un humano puede ser de alto riesgo, en especial si el atacado es un niño, ya que la cantidad de veneno por peso de la persona es mayor en los infantes.

Puede provocar la muerte debido a que su veneno disuelve los tejidos, causa muerte celular, contiene poderosas enzimas que destruyen todo lo que tiene proteínas y su efecto es 10 veces más poderoso que la quemadura con ácido sulfúrico.

Por eso, los especialistas del sector salud recomiendan que, ante la mordedura de esta araña, se actúe rápidamente aplicando hielo y vendaje compresivo frío sobre la herida y, de ser posible, lavando la zona con agua y jabón, además de acudir al Centro de Salud más cercano.

La araña violinista suele esconderse en lugares polvorientos y poco aseados, como es debajo los tanques de gas, detrás de cuadros, cornisas, librerías o en los armarios, especialmente con ropa. 

Si bien es activa durante todo el año, su vitalidad disminuye con la llegada del frío.

Es una animal nocturno que se adapta a cualquier ecosistema y cuyos lugares predilectos durante el día son los rincones oscuros, de los que sale para cazar, su actividad aumenta en las noches veraniegas calurosas y con luna.

Cabe señalar que cochinillas, grillos, cucarachas e incluso otras arañas más pequeñas están entre las presas naturales de este arácnido, que obtiene sus nutrientes de estos insectos. Sin la presencia de las arañas, la población de sus presas podría ocasionar plagas.

Adolfo Torres