El sector salud de Baja California Sur ha conformado brigadas de personal médico y de enfermería para brindar servicios básicos a las personas que puedan ser alojadas en refugios temporales ante el posible impacto de la depresión tropical 9-E, la cual, según pronósticos meteorológicos, podría evolucionar a tormenta tropical. Así lo informó la titular de Salud, Zazil Flores Aldape, durante la sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, encabezada por el gobernador Víctor Castro Cosío.
Desde el inicio de la temporada de huracanes, en mayo pasado, las instituciones del sector salud realizaron una distribución de los albergues incluidos en el plan A, con el objetivo de atender de manera eficiente cualquier contingencia meteorológica. Flores Aldape destacó que las acciones preventivas en curso forman parte de este esfuerzo conjunto entre diversas instituciones.
En julio pasado, el Comité Estatal para la Seguridad en Salud (CESS) aprobó un protocolo unificado que establece las medidas que deben implementar los profesionales de salud asignados a los refugios. Entre estas directrices, se contempla la instalación de un área de consulta médica dentro de cada albergue, el levantamiento de un censo nominal de personas alojadas y la búsqueda intencionada de posibles casos de enfermedades transmisibles, especialmente en situaciones de emergencia.
El protocolo, elaborado por la Subdirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud, incluye la implementación de áreas de aislamiento preventivo para personas con afecciones transmisibles, así como la atención y canalización de pacientes descompensados con enfermedades crónicas hacia unidades médicas. También establece la supervisión de la preparación y conservación de alimentos, así como la evaluación de la calidad microbiológica del agua en los albergues.
Además, la titular de Salud subrayó la importancia de registrar diariamente la información de las consultas médicas y los nuevos casos de enfermedades, llamando a la ciudadanía a estar preparada. Flores Aldape recomendó a las personas que viven en zonas de riesgo preparar su mochila de emergencia, que debe incluir medicamentos de uso habitual, alimentos no perecederos, documentos personales, y herramientas como radio y linterna con baterías.
Estas medidas buscan salvaguardar la salud de la población y mantener un control riguroso de las condiciones sanitarias en los refugios, ante la amenaza inminente del fenómeno meteorológico.