Claudia Angélica, una mamá extraordinaria que busca darle mejor calidad de vida a Alondra Victoria

0
108

Cabo San Lucas.-Acomodando, cuidando de las flores que vende día a día, Claudia Angélica se encontraba trabajando, pues tiene que reunir los gastos para su menor hija discapacitada.

Con la frente perlada por el sudor, Claudia Angélica seguía acomodando las rosas y los girasoles mientras habla de su hija, “porque no hay dinero que alcance cuando se tiene que cuidar la salud”.

“Mi niña primeramente fue diagnosticada con parálisis cerebral, esto porque tuve una preeclampsia que se me complicó todo -hace una pausa y añade-, le hacen más estudios y sale con hidrocefalia, una malformación en su cerebrito, le viene la epilepsia, es el cuadro clínico de Alondra”.

“Ella es la pequeña de cinco hijos; la mayor tiene 25 años, estudia en la UABCS; el segundo se ganó una beca en el Tec de Monterrey en la Licenciatura en Sistemas, él está por su cuenta porque tiene su beca y trabaja en UBERT Eats; mi otro hijo es independiente, tiene 24 años y trabaja en San José; me quedan Benjamín que estudia secundaria y Alondra Victoria que el día 22 cumple ocho años “.

“No me quejo, yo le busco para tener entradas de dinero porque son muchos gastos con Alondra;  vendo varios productos como Tupper, Mary Kay, otros folletos y por las tardes llego a la florería en esta plaza, donde todos los días nos ponemos a vender flores”.

“Yo empecé con mi suegro hace cuatro años vendiendo en las escaleras; al fallecer, él ya tenía el proyecto de ponerse aquí, así que mi hija mayor es la que administra y yo estoy en las tardes”.

“Nosotros no tenemos IMSS sólo tenemos Seguro Popular  que es donde me han atendido a Alondra, pero se tiene que llevar todos los viernes al CRIT en La Paz para darle su terapia. Me dicen los médicos que debo seguirla llevando y darle terapia en casa, porque si bien no tiene movimiento, se debe hacer para que no le afecte más “.

“Así que está complicado, tenemos que  sacar para la renta, para volver a invertir, pero tenemos que sacar para los gastos, no es suficiente con lo que se vende aquí; mi esposo se dedica a la carpintería, a veces hay trabajo a veces no, pero tenemos que buscarle porque hay que comprar medicamentos, pañales para Alondra “.

“Cuando quise dar de alta y pagar el IMSS a mi hija, me dijeron que no se podía porque era una niña con discapacidad y eso me desalentó mucho, pero pues fuimos a buscar al Seguro Popular y gracias a ello es como ha sido atendida y le han hecho estudios en el hospital Salvatierra”.

Se muestra muy agradecida para añadir “Cuando nos traen apoyos es una bendición, una vez un señor me dijo que todo lo que donan es para Alondra y  Dios sabe porqué le llegan, así que debía aceptarlo; todo lo que le hacen llegar es para la niña “.

Pero también le da tristeza una situación que explica “hay muchas mamás que dicen que porque tengo el negocio no deberían apoyarme, pero no saben lo que hay detrás de todo esto, no saben los gastos que se hacen para Alondra “.

“Tenemos que llevarla dos veces por año al Hospital Nacional de Pediatría; antes, en las pasadas administraciones nos estuvieron apoyando con los boletos a México, incluso cuando se cambió de partido, pero ahorita nos dicen que no hay recursos  y pues es más difícil, pero nosotros le seguimos trabajando”.

Claudia Angélica Serrano Martínez tiene ahora una preocupación más como es su casa, a lo que agrega “Con todo el esfuerzo que compramos la casita en Misiones de Santa Fe, la constructora a la que se le adquirió la casa ya no  era dueña de la empresa, y nosotros la última vez que fuimos a pagar no nos quisieron recibir el dinero, la compramos con esfuerzo hace once años y ahora no sabemos, porque no quiero imaginar nos saquen con la silla de ruedas”.

Una madre de familia comprometida, mujer de lucha y esfuerzo habla de Alondra con mucho amor, puntualiza “Alondra no habla, no camina, médicamente me dicen que no ve, no escucha, yo la he educado porque ella no pide de comer, le hago sus tres comidas, la baño, ella depende mucho de mí, le doy sus alimentos en forma de papilla. Me decían antes los médicos que ella no ve ni oye, pero mamá sabe que sí ve y sí me escucha “.

Alondra Victoria García Serrano tiene una gran madre, finalmente ella dice: “Quiero aprovechar para agradecerles a todos los josefinos, los sanluqueños que donaron sangre y plaquetas para mi hija, fue algo muy bonito que mucha gente se unió a la ayuda que pedimos, porque mi hija se había puesto mal, me decían que tenia leucemia; ese fue un gran susto, pero gracias a Dios solo fue que tenía muy bajas sus plaquetas y gracias a que todos donaron, fue algo muy bonito y ¡les doy las gracias!”.

Su voz se entrecorta, se aguanta las lágrimas para comentar “Para mí es triste ver a mi hija, que ella no puede caminar, que no puede jugar…eso es muy triste porque mi niña no se mueve“.

Alondra Victoria sigue necesitando pañales talla 7 Huguies, porque otros pañales le causan salpullido, le gusta la música, así como una de sus caricaturas que le gusta es Heidi. Una niña que cuenta con unos padres que todos los días salen a buscar los recursos para que ella tenga una mejor calidad de vida.