Cultura funeraria en la antigua California: una visión desde la perspectiva histórica
La cultura funeraria de los pueblos originarios de la antigua California, que incluye a los grupos étnicos pericúes, guaycuras y cochimíes, ha sido objeto de estudio por diversos historiadores, entre ellos Sealtiel Enciso Pérez, quien destaca la complejidad de sus creencias y rituales. En entrevista para Tribuna de México, Enciso Pérez menciona que estos grupos desarrollaron una cosmovisión rica, que influenciaba tanto su vida cotidiana como sus prácticas funerarias.
Desde finales del siglo XVII y a lo largo de la primera mitad del siglo XVIII, los misioneros españoles, como Miguel del Barco, documentaron aspectos de la cultura californiana, evidenciando una profunda conexión entre los vivos y los muertos. Cada grupo tenía su propia interpretación de la existencia de seres sobrenaturales y la vida después de la muerte.
“En el sur los Pericúes creían en Niparajá o Tuparan, acá en los Guaycuras en la parte central donde está por ejemplo ahorita el puerto de La Paz ellos denominaron al Ser Supremo como Guamongo y los Cochimíes le llamaban como el veloz”, explicó Enciso Pérez.
Las prácticas funerarias variaban entre los grupos. Tras la muerte, el cuerpo era sepultado temporalmente, y un ritual se realizaba cuatro meses después para liberar el alma. Este proceso incluía el desmembramiento del cuerpo, que se depositaba en una nueva ubicación, a menudo pintado de un color rojizo, simbolizando la vida. Enciso Pérez señala que esta práctica no solo representaba la muerte física, sino también un ciclo de renovación, donde el espíritu del difunto se reintegraba a la naturaleza.
“Cesaban sus funciones biológicas y llegaba lo que era la muerte física, sin embargo, los californianos creían que una persona el momento de morir simplemente quedaba inmóvil, no podía hacer sus actividades cotidianas y su cuerpo empezaba a descomponerse y por estar sin poderse mover sufría y necesitaba un ritual”, relató Enciso Pérez.
Con la llegada de los misioneros jesuitas a finales del siglo XVII, se produjo un choque cultural significativo. La evangelización buscó erradicar las creencias nativas y sustituirlas por la visión católica de la vida y la muerte. A pesar de este proceso, muchas tradiciones indígenas persistieron, adaptándose a los nuevos contextos religiosos.
Hoy en día, la comprensión de la cultura funeraria de los antiguos californianos es esencial para reconocer la rica herencia cultural de Baja California Sur. Enciso Pérez enfatiza la importancia de divulgar estos conocimientos para valorar y preservar la identidad cultural de los pueblos originarios. La historia funeraria de California es, por tanto, un reflejo de sus creencias, prácticas y la resiliencia de sus comunidades frente a los cambios históricos.