El pleito constante es signo de frustración incontrolable

0
814
Columna Carlos Rojas

Se aprobó en la Cámara la eliminación de 13 de 14 fideicomisos de la SCJN.

Esta acción se origina del odio que tiene López Obrador contra la SCJN y ha operado una lucha abierta acusando al poder judicial de dispendio, a base de mentiras y acusaciones de la ineficiencia del poder judicial.

El odio de López Obrador se ha gestado desde que la SCJN rechazó sus intenciones de alterar artículos de la Constitución, al asumir a la presidencia de la Corte la ministra Piña, situación que hubiera sido completamente diferente si el dócil Zaldívar hubiera seguido de presidente.

Hubo otro intento anticonstitucional, queriendo ampliar la presidencia de la SCJN en dos años más. Aun sabiendo su ilegalidad Zaldívar se esperó hasta el último momento para ver si funcionaba la propuesta.

El descontento de los trabajadores del poder judicial por la cancelación de fideicomisos será de alcance nacional, poniendo en riesgo la aplicación de la justicia.

Obviamente estos 55,000 empleados del poder judicial serán votos a favor del Frente en las próximas elecciones.

En resumen, no es más que un revanchismo personal, involucrando a todas las áreas de su influencia para salirse con la suya, y lograr una venganza contra la SCJN.

Aparte de este pleito callejero, ya se peleó con el INE, con los diarios, con los médicos, con los columnistas políticos, con los académicos, con los ecologistas, y en general con todo aquel que osa opinar en contra de sus ideas.

Solo le falta buscar pleito con los difuntos.

López ya párale. Ya déjate de pleitos con todo mundo. Hay mejores formas de vivir y gobernar.

“El pleito constante es signo de frustración incontrolable”

EtiquetasOpinión