Bebé tragó un tornillo: exigen investigar a médico por negligencia

Una madre denuncia públicamente a la Dra. Melisa "N", médico pediatra gastroenteróloga, por presunta negligencia médica en el caso de su bebé de un año y tres meses, quien se tragó accidentalmente un tornillo
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Niño con tornillo en estómago

Una madre de familia compartió en redes sociales su experiencia de angustia luego de que su bebé de un año y tres meses se tragara accidentalmente un tornillo. Después de buscar atención médica en el hospital general de San José del Cabo, donde le informaron que no podían ayudar a la infante, fue referida a una reconocida pediatra gastroenteróloga. Sin embargo, la madre afirma haber experimentado negligencia médica por parte de este profesional.

América, madre de la bebé, relató que los eventos tuvieron lugar la tarde del sábado 17 de febrero, cuando descubrieron que la menor se había tragado accidentalmente un tornillo. Tras una radiografía que confirmó la presencia del objeto en su estómago, el personal de urgencias del Hospital General de San José del Cabo les informó que no podían intervenir a menos que la menor presentara molestias, limitándose a mantenerla bajo observación.

El médico de guardia sugirió que se comunicaran con la Dra. Melisa “N”, una médica pediatra gastroenteróloga, quien al ser informada de la situación les indicó que no alimentaran a la bebé, ya que necesitaría una endoscopia para extraer el tornillo. Por este procedimiento, les cobró la suma de $16,000, asegurando que sería rápido y ambulatorio.

La madre expresó su preocupación y preguntó dónde se llevaría a cabo el procedimiento, dado que tendrían que sedar a su bebé de 1 año y 3 meses. La Dra. Melisa “N” mencionó que en un hospital el costo sería tres veces mayor y sugirió que su colega gastroenterólogo tenía un quirófano equipado en Gastro Healt en San José del Cabo, a lo que la madre accedió.

Seis horas después del incidente en el que la menor se tragó el tornillo, la llevaron al consultorio sin haberle realizado previamente una radiografía para determinar la posición del objeto. Además, los padres tuvieron que firmar documentos de responsabilidad, ya que no se trataba de una clínica.

Tras una endoscopia, se les informó que el tornillo ingerido por su hija estaba en su intestino. A pesar de pagar los honorarios, la niña no despertaba de la anestesia y tuvo complicaciones respiratorias. Luego, en otra clínica, se descubrió que el tornillo estaba en el colon, tratándose con un laxante.

Finalmente, América, madre de la menor, concluyó su denuncia expresando que no quería quedarse callada, haciendo hincapié en que médicos como los que atendieron a la bebé no deberían estar ejerciendo, ya que pueden poner en riesgo la vida de otros menores.

GC

Daniela Lara