Familias asentadas en el arroyo Salto Seco corren peligro por las lluvias
A pesar de que el arroyo Salto Seco, es uno de los más acaudalados en épocas de lluvia, hoy se encuentra el impacto de viviendas, basura y aguas negras; personas que no tienen donde vivir y sin temor al clima, se asientan en medio del riesgo.
El arroyo Salto Seco ubicado en Cabo San Lucas, es uno de los más amplios y acaudalados en épocas de lluvias, mismo que pasa por en medio de la mancha urbana, sin embargo, éste se ha visto impactado por una serie de irregularidades entre ellos: asentamientos humanos, basura y aguas negras, apreciando que la problemática se ha desbordado en últimos meses debido a que el cauce se ve alfombrado por cientos de precarias viviendas.
En un recorrido realizado por la caseta de cobro que se encuentra cerca de la calle Leona Vicario, se puede apreciar que la zona de arroyo muy cercana a la carretera, está delimitado por palos, varas o postes de madera y en algunos de éstos, ya hay asentamientos humanos, cuartos construidos de madera, cartón, lámina negra o metálica, incluso hasta con tela y plásticos, lo que denota el hacinamiento en el que viven.
Personal de seguridad que se encuentran en la caseta de cobro, dicen que a pesar de que las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte colocaron un pequeño muro de contención para frenar las aguas broncas del arroyo, éstas se desbordan cuando llueve muy fuerte, por lo que las instalaciones del lugar se ven afectadas, señalando que las personas que toman “predios” en el arroyo hasta se pelean por los espacios, sin importar ver el pequeño muro de contención.
Así mismo se aprecia que en el arroyo Salto Seco, las personas obtienen la luz mediante los famosos diablitos, ya que se escuchaba música a muy altos decibeles, además de observar basura amontonada sobre el arroyo, eso sin contar que hay quienes dejan correr las aguas negras sobre el cauce de la corriente pluvial.
Personas que no les queda de otra que asentarse en el arroyo sin importar que ante la amenaza de una fuerte lluvia tengan que correr a los refugios más cercanos para después de la tormenta regresar al arroyo y ver que les dejó las aguas torrenciales y en el que muchos tendrán que empezar de nuevo.