Denuncian negligencia en el IMSS; mujer perdió la vista por falta de atención médica oportuna

El esposo de la afectada aseguró que de 2020 a la fecha han recibido atención médica deficiente por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social
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señora María Amador en entrevista

En 2020, la señora María Amador comenzó a presentar los primeros síntomas de cataratas. A lo largo de estos años, ha recibido atención médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en las clínicas 1 y 34 en La Paz. Sin embargo, de acuerdo con su esposo, Jesús Molina, esta ha sido deficiente, lo que provocó que los padecimientos en sus ojos avanzaran y perdiera la vista.

El señor narró que en febrero de este año, después de muchas vueltas y consultas médicas, finalmente la refirieron al hospital de San José del Cabo, donde habrían de operarla de las cataratas. Luego de tramitar la cita, le dijeron que personal de Los Cabos se comunicaría con ellos para darles la fecha y hora en la que sería atendida. La llamada nunca llegó, y en las clínicas de La Paz no obtuvo una explicación del porqué.

“Yo he pedido entrar con el director, pero que el director está ocupado o que anda en gira o que está en México. Total que nunca lo he podido ver y las muchachas que están ahí, las secretarias, todo el tiempo nos salen con algo chistoso. No, que todavía no lo llaman, que tiene que esperar porque así son las cosas y así son las reglas”, mencionó.

Ante la desesperación, decidieron acudir con un médico particular, quien realizó la cirugía de uno de los ojos. Pese a ello, María no recuperó la vista. El doctor sospecha que se trata de un problema en uno de los nervios, por lo que requeriría una nueva operación, pero María y Jesús ya no tienen recursos para cubrir los gastos. Sus ahorros lo gastaron en la cirugía anterior.

“De la operación fueron alrededor de 26,000 pesos. De los medicamentos que le dan gotas, hay unas gotitas que valen 350 cada gotita. Hay pastillas que valen hasta 600 pesos y hay unas que valen hasta 800 pesos que eran para el dolor, que esa ya se le suspendieron, nomás quedan con la pura gota, pero sí fueron alrededor más o menos entre unos 30,000 pesos, entre medicinas y lo que se le puso”, comentó.

De nueva cuenta acudieron al IMSS, donde el médico solicitó unos estudios y les agendó una cita para el 3 de noviembre. Los estudios se solicitaron al hospital de San José del Cabo, y, a la fecha, no han sido programados.

Jesús está desesperado. Sigue sin obtener respuestas del IMSS sobre cuándo atenderán a su esposa en Los Cabos. Teme perder la consulta que ya tienen agendada en La Paz y que la atención médica se siga retrasando.

Para María, todo esto ha significado un decremento en su calidad de vida. Antes de perder la vista, era una mujer activa. Ahora, a sus 81 años, depende por completo de su marido.

“Así me la ha llevado puro acostada porque, si me paro, me tropiezo, me golpeo. Cargo bolitas aquí en la frente donde choco y así estoy, todo el día acostada porque no me puedo mover, me da miedo caerme […] Yo pensé que era cualquier cosa de los ojos y se me iba a quitar y no, al contrario, voy de malo en peor, ya no me puedo ni ir al sanitario yo sola y eso es muy duro de no tenerlo a tenerlo al otro día ya da desesperación”, compartió.

La salud cognitiva de María también ha caído derivado de la pérdida de la vista. Su movilidad es limitada y requiere de una silla de ruedas para poder ser trasladada sin riesgo de que se tropiece, pero tampoco tienen dinero para comprarla.

Jesús declaró que seguirá tocando puertas hasta que su esposa sea atendida como se merece. Señaló que, si es muy tarde para que recupere la vista, al menos quiere que los médicos realicen los estudios y les den un diagnóstico.

 

LLG

Andrea Villarreal