Para muchas personas, comenzar el día con una taza de café es una rutina casi inquebrantable. Sin embargo, cuando se están tomando ciertos medicamentos, esta costumbre podría representar un riesgo para la salud. Según Antonio Javier Carcas Sansuán, profesor de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid, existen aproximadamente 60 fármacos que pueden tener interacciones con la cafeína.

Aunque la mayoría de estas interacciones son moderadas, algunas pueden afectar significativamente la absorción y eficacia del medicamento.

El recorrido de un medicamento por el cuerpo es un proceso complejo que comienza en el estómago o intestino y culmina en su eliminación a través del hígado. Durante este trayecto, es crucial que el fármaco se absorba y distribuya correctamente para alcanzar su “diana farmacológica”, es decir, el punto en el cuerpo donde ejercerá su efecto terapéutico.

Prohibido combinarlo con medicamentos para tranquilizar los nervios

La presencia de cafeína en el organismo puede interferir en este proceso, especialmente si el medicamento está destinado a tener un efecto sedante o tranquilizante. En estos casos, la cafeína puede contrarrestar los efectos del fármaco, lo que podría disminuir su eficacia.

Además del sistema nervioso central, el hígado también juega un papel fundamental en la metabolización de los medicamentos. Algunos fármacos utilizan las mismas enzimas y proteínas que la cafeína para ser procesados, lo que puede generar una competencia en su metabolización.

Esto podría llevar a una acumulación del medicamento en el organismo, aumentando el riesgo de efectos secundarios, especialmente en fármacos con márgenes de seguridad estrechos, como aquellos utilizados para tratar la esquizofrenia.

No solo el café, sino también las bebidas de cola pueden alterar la absorción de ciertos medicamentos, retrasando o modificando su eficacia. Incluso el consumo de café con leche puede ser problemático en algunos casos. Las tetraciclinas, un tipo de antibiótico, pueden formar complejos con el calcio presente en la leche, lo que impide su correcta absorción y reduce su efectividad.

Por lo tanto, tomar estos medicamentos con café con leche podría anular completamente su efecto terapéutico.

Para evitar estos riesgos, los expertos recomiendan seguir las indicaciones del médico al pie de la letra y evitar la combinación de medicamentos con café o bebidas con cafeína.

Aunque algunos fármacos no tienen contraindicaciones claras con la cafeína, es mejor consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que no haya interacciones peligrosas. Como señala Carcas, el consumo moderado de café es la clave para evitar posibles problemas de salud relacionados con la ingesta de medicamentos.