Tan fácil que sería
Foto: Milenio
Escuchó al presidente de México en su conferencia matutina: “Estamos ante una situación de proporciones nunca antes vistas a nivel mundial y a nivel país. La pandemia exigirá de cada uno de nosotros nuestro mayor esfuerzo, sacrificio y solidaridad. He convocado a todas las fuerzas políticas de nuestra nación y a todos los sectores para diseñar un plan de emergencia nacional que nos permita salir airosos de esta crisis.”
Los científicos, académicos, empresarios, medios de comunicación; los trabajadores organizados, los mexicanos de las ciudades y del campo, los gobernadores, las clases medias, las organizaciones civiles y los más desprotegidos, todos tienen cabida en este esfuerzo nacional. Estaremos emitiendo una ruta crítica semanalmente con las directrices, planes y políticas que vayamos consensando; para esta semana contemplamos tres grandes áreas:
1.- Impulso a la Economía: Pondremos al alcance de micros, pequeños y medianos empresarios una serie de créditos que serán rigurosamente etiquetados a la reinversión productiva o al sostén de las nóminas; la tasa de interés será ínfima y el retorno del capital estará programado a largo plazo. Durante el primer año no causará ni un centavo de intereses. Queremos que todos aquellos que le han apostado a México y se la han jugado con el país sean alentados, apoyados y retribuidos, así como cada uno de sus trabajadores.
Además, la Secretaría del Trabajo se encargará de supervisar, en coordinación con los empresarios, una exhaustiva capacitación en materia de seguridad y salud, para que todos los trabajadores del país desempeñen sus labores con el mínimo riesgo de contagio. Jubilaremos al 100% a todos los mayores de 60 años y brindaremos atención médica preventiva a los que padezcan alguna enfermedad crónica que los haga vulnerables. Desalentaremos el uso del transporte público, ya sea favoreciendo el trabajo en el hogar o trasladándose en motoneta, bicicleta, a pie, o en vehículos compactos. Se escalonan los horarios, tanto del sector público como del privado para evitar aglomeraciones.
2.- Salud: Promoveremos el bienestar físico de todos los mexicanos; haremos una importante reinversión en hospitales, médicos, equipos, insumos y medicamentos para reducir lo más posible la vulnerabilidad. Haremos un importante esfuerzo para mejorar la dieta del pueblo de México, incentivando la producción de alimentos nutritivos que ayuden, de manera científicamente comprobada, a fortalecer el sistema inmunológico humano: cítricos, granos, verduras y pescado serán puestos al alcance de todas las familias mediante diversos programas que serán aterrizados hasta el ámbito municipal. En todos los dispensarios, centros de salud, hospitales y clínicas del país se distribuirán lotes de vitamina C, D, B y E. Se pondrá especial énfasis en atender a los niños y a nuestros adultos mayores. Se instrumentará un programa de activación física que se pondrá en marcha entre todos los empleados del gobierno y del sector privado, así como en todas las escuelas del país. Lucharemos contra el sedentarismo y la causa de enfermedades que propicia.
3.- Educación: Desarrollaremos la educación en línea para que sólo sean presenciales el menor número de clases, e iniciaremos una reconversión de los espacios físicos de las escuelas, para habilitar espacios al aire libre en los amplios patios que muchas escuelas poseen. Reduciremos drásticamente el número de alumnos que podrán estar en estas nuevas “aulas al aire libre” y escalonaremos sus horarios para mayor seguridad. También se modificarán los planes, programas y calendarios de estudio, bajo la coordinación de un grupo multidisciplinario de expertos, maestros, alumnos y padres de familia para rediseñar todos nuestros procesos educativos de acuerdo a la nueva realidad que vivimos.
“Como medida adicional será obligatorio el uso del cubrebocas en todo el territorio nacional, además de la estricta observancia de todos los demás protocolos de salud e higiene vigentes. La semana próxima presentaremos directrices relacionadas con el transporte público, el turismo, la aviación y la seguridad pública. Los eventos deportivos seguirán llevándose a cabo con estadios vacíos o semi vacíos. En tanto no tengamos a disposición de todos los mexicanos la vacuna contra el Covid-19 nos cuidaremos de la manera más eficaz y sensata posible; agradezco a …”
Noté entonces algo raro en la transmisión: el presidente hablaba con fluidez, con ánimo, inyectaba entusiasmo y energía; en el atril, junto a él, sonó un teléfono; el presidente no lo atendía y sonaba más insistentemente… Desperté, mi celular timbraba y todavía adormilado lo atendí. Todo había sido un sueño. Eran las 7:27 de la mañana; intrigado y curioso prendí la tele: ahí estaba la conferencia mañanera. Coteje la realidad con mi sueño y me sentí desfalcado, como cuando de niños soñábamos con algún dulce o juguete y al despertar lo buscábamos por instinto, dándonos cuenta de que se había esfumado. El presidente hablaba de lo de siempre, de la rifa del avión, de la ceremonia del grito, de los periódicos que lo criticaban, de sus adversarios, de que ya las cosas no son como antes… intenté volverme a dormir, pero ya no pude.
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