¿Sabías que el albañil mexicano Ceferino construyó la parroquia de San Miguel de Allende Guanajuato? (VIDEO)

En el corazón de México, donde el cielo se viste de un azul profundo y la tierra guarda historias de arte y resistencia, se alza la Parroquia de San Miguel de Allende.

Este ícono arquitectónico, con su silueta neogótica y su piel de cantera rosa, no solo es el alma de uno de los pueblos más bellos del país, sino también el símbolo de un sueño forjado por manos humildes y visionarias.

Según video de “México Desconocido”, la historia de esta joya comienza en 1880, cuando Ceferino Gutiérrez Muñoz, un albañil de estatura pequeña pero de ambiciones colosales, aceptó el desafío de transformar la fachada de la parroquia.

Sin formación académica y marcado por la pobreza, este hombre encontró inspiración en unas postales de la Catedral de Colonia, Alemania, que atesoraba como un mapa hacia lo imposible.

Durante una década, talló con devoción la piedra volcánica del extinto volcán Palo Huérfano, dando vida a torres que se elevan como plegarias petrificadas, arbotantes que desafían el tiempo y detalles que mezclan el fervor europeo con el espíritu mestizo de México.

Aunque algunos críticos de la época cuestionaron el estilo neogótico por considerarlo ajeno a la tradición mexicana, el tiempo se encargó de darle la razón a don Ceferino.

Hoy, esa fachada es el imán que atrae a viajeros de todo el mundo, convirtiendo a San Miguel de Allende en un destino que trasciende fronteras.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008, la ciudad es un lienzo donde conviven el pasado colonial, el arte contemporáneo y una energía cultural que palpita en sus calles empedradas.

Más allá de la parroquia, San Miguel seduce con un clima templado que abraza como un manto primaveral, ideal para perderse en sus mercados de colores, galerías de arte o festivales que celebran desde el cine hasta las tradiciones populares.

Revistas como Travel + Leisure la han catalogado como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, no solo por su belleza, sino por su comunidad cálida y su capacidad para reinventarse sin perder su esencia.

Lo que hace único a este rincón de Guanajuato es cómo la audacia de un hombre, armado solo de postales y perseverancia, logró crear un legado que hoy define a todo un pueblo.

La Parroquia de San Miguel de Allende no es solo un edificio: es un testimonio de cómo el arte puede redimir el pasado, inspirar el presente y moldear el futuro.

Gracias a ella, y a la visión de Ceferino, esta ciudad es un faro de luz rosa al atardecer, un lugar donde México se muestra al mundo con orgullo, misterio y un toque de magia