El Rosario, un pueblo turístico abandonado por las autoridades
Con poco más de 100 habitantes, El Rosario es un pueblo ubicado junto al conocido Santuario de los Cactus, en el municipio de La Paz. Pese a ser un punto turístico, la localidad se encuentra abandonada por las autoridades, de acuerdo con las declaraciones de los habitantes.
Agustín Avilés, residente del lugar, explicó que desde hace años el Ayuntamiento de La Paz no le da mantenimiento al camino que conecta el pueblo con la carretera. Los seis kilómetros de terracería se encuentran en pésimas condiciones, y han sido los mismos pobladores los que han tenido que encargarse de su rehabilitación.
“Ya tiene mucho tiempo que no se le da mantenimiento. O sea, se ha hecho solicitudes y eso, pero parece que lo tienen olvidado. Aquí personalmente un servidor ha raspado el camino con su propio carro y todo […] Viene turismo al Santuario de los Cactus, viene mucha gente los fines de semana, y son los que dicen que sí por qué no se rehabilita el camino. Estamos olvidados. En esa cuestión estamos olvidados”, apuntó.
Por su parte, Alfredo Avilés destacó que tras las lluvias llegan a quedar incomunicados. Las partes más afectadas suelen ser los vados, los cuales en algún momento estuvieron protegidos con piedra y cemento, pero en donde ahora solo se observan restos de esos materiales.
“Ese es el punto principal que tenemos aquí problemático. Incluso el ejido está dándole de vez en cuando con un tractor una peinada, pero sí necesitamos ya algo mejor porque ya la carpeta que había ya se está acabando. Ya no más está escarbando, como quien dice, nomás para matarle los brincos que que tiene el camino”, expuso.
Actualmente los vecinos están organizando una colecta para, una vez más, reparar el camino. Si no lo hacen, el tránsito vehicular se complicará más y las llantas y suspensiones de sus carros seguirán sufriendo daños. Rosa María López es la encargada de reunir el dinero y pretende crear un fondo para cuando requieran contratar de nuevo la maquinaria.
“Nosotros económicamente no estamos muy bien, pero lo hacemos por la necesidad. De poquito se le llena el buche la gallina. Es poquito lo que se da. Entonces es por eso que vamos a vamos a cooperar para un tractor porque máquina no tenemos porque cobran más las máquinas”, dijo.
La petición que hacen a las autoridades es que el camino se pavimente. Reconocen que es complicado raspar la calle con regularidad, por lo que consideran que se debe aplicar una solución a largo plazo. Rosa María enfatizó que esta fue una promesa que les hicieron administraciones pasadas.
“El pueblo tiene mucho tiempo abandonado. Nos prometieron que nos iban a echar la carretera. Hasta el momento todavía no. Han pasado varios gobernadores y no nos han hecho caso […] No queremos la carretera con lujos, con las rayitas, con lo que sea; nada más que le echen tortas de chapopote de pérdida”, manifestó.
Además de la reparación del camino, los habitantes también solicitan que se arreglen las luminarias del parque y se rehabiliten las oficinas de la subdelegación. Explicaron que el techo se voló durante el huracán Odile, en el 2014, y desde entonces los subdelegados han tenido que trabajar en domicilios particulares.
GC