Personas con discapacidad son discriminados por el servicio del transporte público
En la ciudad de La Paz, la falta de unidades adaptadas con rampas para personas en sillas de ruedas es un problema significativo. Miguel Ángel Rivera Sandoval, quien vive con una discapacidad, ha decidido levantar su voz en contra de esta situación y exponer el difícil escenario que enfrentan él y otros individuos debido a la falta de atención por parte de los prestadores de servicios de transporte público.
Miguel Ángel explicó: “Mucha gente no tenemos el transporte adecuado para subirnos en silla de ruedas. Yo quisiera que un día las cámaras captaran cuando la gente viene de La Pasión, en qué condiciones las bajan, cargándolas y la silla también cargando porque es la ruta que no tiene para sillas de ruedas y en La Pasión hay un 80% de gente con discapacidades, porque el gobierno les ha dado terrenos allá, pero los transportes Calafia no quieren invertir en unidades con rampa porque les resulta costoso. ¿Entonces, para qué prestan su servicio? Además, no permiten que otras líneas brinden el servicio en esas rutas”.
Mencionó que un grupo de personas con discapacidad ya ha presentado una demanda contra el transporte público, pero hasta el momento no han obtenido ninguna respuesta o solución. Miguel Ángel compartió su preocupación y frustración.
“Somos un grupo de 53 personas con discapacidad, que presentamos una demanda federal contra el transporte, desafortunadamente no hemos obtenido respuesta de ninguna autoridad. Ya han pasado alrededor de tres meses, y seguimos sin recibir ninguna respuesta. El transporte nos causa problemas constantes, y temo que debido a lo que he expresado, el servicio se nos restrinja aún más”, comentó.
Con emoción y con la voz entrecortada, subrayó la angustia que siente debido a su situación, así como su indignación por la falta de apoyo.
“Llevo tres años en silla de ruedas, y es muy doloroso. Ver a mis compañeros y a mí mismo luchando por conseguir un transporte digno es muy doloroso. Nos preguntamos por qué ninguna autoridad se hace presente. Eso es lo que más nos duele. Parece que solo somos relevantes cuando necesitan nuestros votos. En otros momentos, nos dejan de lado”, manifestó.
Asimismo, hizo hincapié en que muchas personas con discapacidad optan por no hablar sobre estos problemas y se esfuerzan por llevar adelante su vida cotidiana. Sin embargo, él decidió dar un paso adelante y hablar en nombre de quienes enfrentan circunstancias similares. Además, enfatizó que vivir con una discapacidad no lo hace menos humano, y merece igualdad y respeto.
“Aquí en La Paz, somos muchos con discapacidad. Desafortunadamente, la mayoría se queda en casa porque no tienen los medios para movilizarse. Los que salimos, lo hacemos para trabajar, para mantener a nuestras familias y cubrir nuestras necesidades. No venimos a pedir limosnas a nadie, ni a molestar a los funcionarios. A menudo, nos cierran la puerta, suponiendo que venimos en busca de dinero. En lugar de eso, deberían investigar por qué se nos niega el acceso al transporte. Somos seres humanos y mexicanos”.
También reconoció que, al denunciar estos problemas, podría enfrentar represalias de los encargados de los camiones, pero está dispuesto a manifestarse si es necesario para lograr que las autoridades presten atención a esta situación.
GC