Primer Viaje
Duda Sustentable
La diplomacia es como una partida de ajedrez.
Cada movimiento obedece a una estrategia cuyo objetivo principal es ganar la partida. Las piezas se mueven con inteligencia para que las expectativas siempre sean favorables.
El Presidente de México no tenía urgencia ni necesidad del encuentro con el Presidente de Estados Unidos. A quien le urgía era a Trump y AMLO estuvo esperado pacientemente que de allá viniera la invitación para presionar por los mayores beneficios para México en la agenda bilateral.
Cargada de simbolismos, la primera salida al extranjero del Presidente de México fue un éxito.
Su transportación por tierra y por aire mostró a un Primer Mandatario firme y decidido a posicionar su mensaje de austeridad. Aguantó estoicamente todas las incomodidades, pero reforzó su postura sobria.
El uso del cubrebocas y la prueba del COVID-19 a la que se sometió, mostraron una actitud de cambio y rectificación ante la necesidad de conseguir un objetivo positivo para nuestro país.
Un discurso impecable de buena vecindad, descubrió a un Presidente pragmático atajando con elegancia la tradicional belicosidad de Trump.
Las ceremonias protocolarias fueron hilvanadas con mucho detalle, especialmente el comunicado conjunto y la cena con empresarios e inversionistas financieros.
El Presidente regresa a México con un equipaje cargado de confianza y esperanza en que se reactivará la economía.
Regresa también con un coyuntural respaldo del mandatario más poderoso del mundo, que dispone de todo tipo de armamento para defender a su amigo, en caso necesario.
Honor a quien honor merece y esta visita pareciera marcar un cambio de actitud en nuestro primer mandatario.
¿Usted cree que el discurso de confrontación ha sido abandonado?
Esa es una duda sustentable.