Alito Moreno culpa al gobierno federal por descarrilamiento del Tren Interoceánico

La tragedia provocada por el descarrilamiento del Tren Interoceánico en Oaxaca detonó una fuerte confrontación política, luego de que el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, atribuyera directamente el accidente a fallas estructurales en la gestión del gobierno federal. El líder priista calificó el suceso como una consecuencia previsible de la falta de mantenimiento y supervisión en una obra estratégica para el país.

El descarrilamiento ocurrió el 28 de diciembre en la comunidad de Nizanda, sobre la Línea Z del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, cuando el tren que se dirigía a Matías Romero Avendaño salió de las vías con dos locomotoras y cuatro vagones de pasajeros. De acuerdo con datos oficiales, a bordo viajaban 241 pasajeros y nueve tripulantes, lo que dimensiona la magnitud del riesgo involucrado.

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Tras confirmarse el saldo del accidente, que dejó 13 personas fallecidas y 98 lesionadas, Moreno lanzó un mensaje contundente desde sus redes sociales. En sus declaraciones, acusó que el gobierno actuó con improvisación y negligencia, y sostuvo que se puso en peligro la vida de cientos de personas por la falta de mantenimiento adecuado en la infraestructura ferroviaria.

El presidente del PRI fue más allá al señalar que el Tren Interoceánico representa un ejemplo de lo que calificó como una administración incapaz y corrupta, subrayando que se trata de una obra a la que se le destinaron miles de millones de pesos. En su crítica, afirmó que la propaganda gubernamental ha sustituido a la planeación técnica y a la seguridad operativa.

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“No hay mantenimiento, no hay control, no hay seriedad”, sentenció Moreno, quien aseguró que el accidente evidencia una cadena de omisiones graves. El dirigente concluyó su posicionamiento advirtiendo que su partido no guardará silencio frente a lo que considera un deterioro acelerado de proyectos estratégicos y del manejo de recursos públicos.

En respuesta institucional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que desde las primeras horas posteriores al accidente se activó un operativo de atención integral. Detalló que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, el sistema IMSS-Bienestar y el gobierno de Oaxaca trabajan de manera coordinada para atender a los lesionados y apoyar a las familias afectadas.

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Las labores de auxilio incluyeron ambulancias terrestres, una aeronave médica y la intervención de alrededor de 40 elementos de sanidad naval, según informó la Secretaría de Marina. La dependencia también confirmó que 36 personas permanecen hospitalizadas, mientras el resto de los lesionados presenta heridas que no ponen en riesgo su vida.

En paralelo a la atención médica, autoridades técnicas iniciaron las investigaciones para determinar las causas del descarrilamiento. En los trabajos participan la Secretaría de Marina, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario y la SICT, con el objetivo de esclarecer el origen del accidente y evaluar las condiciones de seguridad de la vía.

El gobierno de Oaxaca reiteró su respaldo a las personas afectadas y aseguró que mantendrá vigilancia permanente sobre el desarrollo de las investigaciones. Mientras tanto, el accidente abrió un nuevo frente de debate político y técnico sobre la operación del Corredor Interoceánico y la responsabilidad del Estado en garantizar la seguridad de los pasajeros.

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