BCS reporta alza en atención por salud mental; destacan casos de ansiedad y depresión

En los últimos años, la salud mental se ha convertido en un tema prioritario en Baja California Sur, impulsado por los efectos prolongados de la pandemia por COVID-19, los desafíos económicos y el crecimiento urbano. Aunque el estado ha mostrado avances, especialistas y organizaciones coinciden en que aún queda un largo camino por recorrer en materia de prevención, atención y eliminación del estigma asociado a las enfermedades mentales.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud estatal, durante 2024 se registró un aumento del 35% en las consultas psicológicas en centros de salud públicos, en comparación con el año anterior. Las principales causas de atención fueron: ansiedad, depresión, violencia familiar y trastornos por consumo de sustancias.
En entrevista, Carlos Armando Romero Tirado, presidente de la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos en México, ofreció un panorama sobre los síntomas más comunes que llevan a las personas a buscar apoyo psicológico.
“Sabemos de antemano que, desde la pandemia, empezamos a adolecer mucho en cuestiones de trastornos del estado de ánimo: la depresión mayor, la depresión persistente —antes conocida como distimia—, pero también los trastornos de ansiedad. Aumenta el riesgo de suicidio, y estos son algunos de los casos o síntomas por los que más se acude a las áreas de salud mental.”
Romero Tirado enfatizó la importancia de detectar alertas tempranas, como dificultades para dormir, pérdida de interés en actividades, baja energía o expresiones frecuentes sobre la muerte. Señaló que estos signos deben atenderse antes de que evolucionen y la persona llegue a consulta ya en crisis.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno depresivo mayor afecta a más de 3.6 millones de personas a nivel global. En el caso de Baja California Sur, Romero Tirado explicó que son principalmente las mujeres quienes solicitan ayuda psicológica, mientras que los hombres suelen mostrarse más reservados.
“Las mujeres son quienes regularmente piden más ayuda, se acercan tanto a la atención pública como privada. Tienen más autocuidado en su salud emocional. En cambio, el hombre es más cauteloso, todavía con creencias antiguas como: ‘yo puedo solo’, ‘van a pensar que no soy capaz’. Esto tiene más que ver con estereotipos de género que con una verdadera evaluación de sus necesidades.”
El presidente de la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos en México también destacó que una de las estrategias más efectivas —y a menudo poco utilizadas— es estar atentos al entorno y hacer preguntas directas cuando alguien muestra señales de malestar emocional. En casos de intento de suicidio, explicó que el 70% no se concreta, lo que abre una importante ventana de oportunidad para intervenir.
“Son muertes totalmente prevenibles. Cuando alguien lo intenta por primera vez, hay un 70% de inefectividad y 30% de probabilidad de que lo logre. Todavía hay mucho margen para intervenir y salvar vidas, y esa es una de mis misiones personales.”
Finalmente, Romero Tirado señaló que el tratamiento más efectivo contra el riesgo de suicidio es integral, e incluye terapia cognitivo‑conductual, técnicas de mindfulness y, en algunos casos, medicación psiquiátrica, todo dentro de un proceso de acompañamiento constante.
Reiteró que la atención temprana sigue siendo el primer paso para enfrentar de manera efectiva las enfermedades de salud mental, y que hablar del tema, escuchar y detectar señales puede hacer una gran diferencia.
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