Café jurídico y político

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Corte suprema

Ramsés Puente

De manera inédita, el pasado jueves los medios de comunicación cubrieron la noticia más importante del país, afirmando que los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvieron declarar como constitucional la consulta popular para juzgar a los ex presidentes. ¿Esto es verdad? En mi opinión, esto no sucedió así, en realidad lo que la Corte resolvió fue un juego de palabras convenientemente modificadas, sin embargo, el manejo mediático de lo que determinó la Suprema Corte fue utilizado por ambos bandos políticos.

El Presidente celebró la resolución de la Corte y ahora, con la consulta popular cuenta con un arma política de grueso calibre para las elecciones del 2021, mientras que la oposición va a contraatacar al Poder Ejecutivo acusándolo de ilegal y dictatorial. Lo cierto es que los ex presidentes, funcionarios de primer nivel y los ciudadanos que no protestamos todos unidos en contra de los actos de corrupción de las últimas décadas, también somos culpables por omisión de la polarización que se vive en el país, porque existen numerosos ejemplos de países que juzgaron oportunamente a sus ex mandatarios.

La consulta popular que formuló el señor Presidente Andrés Manuel López Obrador fue la siguiente: “¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes, durante y después de sus respectivas gestiones?”. 

Lo que resolvió la Suprema Corte fue declarar como constitucional la consulta popular que fue modificada arbitrariamente por los señores Ministros y quedó así: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender acciones de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminada a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. 

Como pueden advertir mis queridos lectores, la pregunta fue modificada, y esto fue así bajo el argumento de que, se debía evitar sesgos y para ser “más neutral”. En pocas palabras, los Ministros de la Corte le corrigieron la plana al Presidente de la República para evitar llevarle la contra.

Bajo la nueva redacción de la consulta, ésta no va a ser de utilidad porque no determina absolutamente nada, pero sí deja marcados a dos de los Ministros que votaron a favor como proclives al actual Gobierno Federal: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Gelacio Pérez Dayán, quienes fueron nombrados por los Presidentes que ahora se pretende sean sometidos a juicio y que nunca demostraron independencia ni autonomía frente al Ejecutivo Federal. Si el proyecto discutido era técnicamente incorrecto, con la modificación de la pregunta quedó perfectamente claro que la Corte se salió por la tangente. 

Los ganadores con la resolución de la Corte fueron los Ministros que perdieron la votación, porque demostraron independencia y un criterio jurídico de acuerdo a los principios contenidos en el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación. Y por supuesto que el Presidente de la República también ganó, porque celebró que la consulta popular fuera declarada como constitucional, y que a pesar de que fue modificada su redacción, el Presidente demostró un poder enorme al someter en una votación dividida a la Suprema Corte, y por supuesto, los ex presidentes se encuentran de facto sometidos al juicio de los ciudadanos.

En relación con la afamada consulta popular planteada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, me viene a la memoria un chiste que los funcionarios judiciales con mayor antigüedad le cuentan a los novatos: “si el señor Ministro dice que los cocodrilos vuelan, entonces el secretario proyectista debe responder: bajito señor Ministro, pero claro que los cocodrilos vuelan”. Lo anterior, parece chiste, pero es anécdota en los pasillos de la Corte. ¿Alguien recuerda que el político Eduardo Medina Mora, que llegó a ser Ministro de la Corte renunció misteriosamente durante el inicio de este sexenio? Seguramente los Ministros se cuestionaron cómo hubiera sido su voto.

De una manera u otra, las últimas líneas de la protesta contenida en el artículo 87 constitucional podrían ser una realidad para los ex presidentes: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política (…)”, “(…) y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.” Con o sin consulta, que no nos sorprenda que el primer condenado pudiera ser el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, porque sus posibles ilícitos no han prescrito y ya se tiene el apoyo popular, y además, fue quien realizó el mayor fraude electoral en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador durante las elecciones del 2006.

@Ramses_Puente8

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