Confinamiento provocó un alto consumo de comida chatarra
Sobrevivió comercio abarrotero con la venta de estos productos ante la escasez de alimentos de canasta básica y cervezas, reveló Armando de la Cruz
Durante los días de encierro por la pandemia por el covid-19, lo que más se vendió en las tiendas de abarrotes fue lo que se le denomina comida chatarra, como son las botanas, refrescos, jugos, galletas y con ese tipo de compras fue con lo que subsistieron estos pequeños establecimientos, afirmó Armando de la Cruz Navarrete, Vicepresidente de Comercio de Canaco Servytur Los Cabos.
“Debido a que las familias no podían salir al aire libre ni a las playas ni a días de campo, sino que convivían en casa era lo que más consumían desde un adulto hasta un niño”, reiteró.
La cerveza desafortunadamente estuvo restringida su venta durante varios meses, ya que no hubo venta de alcohol lo cual si repercutió mucho en la baja de los ingresos de marzo a junio; cuando ya se empezó a reactivar en un horario restringido y se empieza a repuntar de septiembre hasta la fecha y aún no están las ventas al cien por ciento:
“Estamos hablando de un 40 a un 50 por ciento a como estuvo en marzo y se tuvo una ligera recuperación durante el pasado mes de diciembre”, mencionó.
Dijo que sí afectó la pandemia en gran medida la economía de los pequeños negocios y lo que más se consumió fueron refrescos y golosinas, además de que hubo escasez de productos de la canasta básica.
En cuanto a la canasta básica, no fueron competitivos ya que solamente los centros comerciales grandes lograron traer toda la mercancía del interior de la República donde la gente se surtía para su despensa:
“Porque hubo agotamiento, la mayoría de las empresas de frutas y verduras carnes, dejaron de transportar porque no completaron la carga de un trailer y cuando antes de la pandemia llegan hasta tres camiones pesados cargados con mercancía de productos básicos, pasó a sólo un camión, por lo que todos tuvieron que restringir sus compras”.
Por todo ello se vieron afectados grandemente en sus finanzas, con pérdidas de hasta un 70 por ciento en algunos establecimientos, principalmente por la caída drástica en la venta de alcohol cuya venta representa un ingreso importante para el sector abarrotero.
Sin embargo, pese a todo ello, va muy bien la recuperación y esperan que este año sea mucho mejor.