¿Por qué AMLO dejará el poder el 1 de octubre, y no el 1 de diciembre?
Por primera vez en historia contemporánea de México, un presidente de la República dejará su cargo antes de completar los seis años habituales de su mandato. A diferencia de sus predecesores, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) concluirá su presidencia el 1 de octubre de 2024, marcando así un sexenio más corto de lo esperado. Este acontecimiento se debe a una reforma en la ley política-electoral aprobada en 2014.
López Obrador, quien asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018 después de obtener más de 30 millones de votos en las elecciones del 1 de julio de ese mismo año, ha gobernado en un periodo marcado por la inseguridad, la pandemia, programas sociales y crecimiento económico. Sin embargo, su término anticipado no es resultado de un complot ni de circunstancias imprevistas, sino del cumplimiento de una disposición legal.
Reforma Electoral y su Impacto
La reforma aprobada el 10 de febrero de 2014, estableció que los presidentes de México deben dejar el poder el 1 de octubre del sexto año de su mandato, en lugar del 1 de diciembre, como era costumbre. Esta modificación se implementó con el objetivo de mejorar la eficiencia gubernamental y permitir al nuevo presidente influir de manera más efectiva en la elaboración del Presupuesto para su primer año de gobierno.
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La lógica detrás de este cambio radica en la necesidad de reducir el periodo de transición gubernamental, el cual, según los legisladores que impulsaron la reforma, afectaba negativamente la capacidad del nuevo mandatario para implementar su agenda y administrar eficazmente los recursos de la nación desde el inicio de su mandato.
Con la implementación de esta reforma, López Obrador se convertirá en el primer presidente en entregar la estafeta presidencial el 1 de octubre. La sucesora será Claudia Sheinbaum Pardo, la primera presidenta electa de México en la historia como república federal.
Como resultado de esta reforma, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación deberán ser presentados antes del 15 de noviembre, lo que permitirá a Sheinbaum contar con el tiempo necesario para que sus propuestas sean revisadas y debatidas adecuadamente por el Congreso.