Este jueves, un terremoto de magnitud 7.0 golpeó la costa norte de California, provocando una alerta de tsunami que se desactivó menos de una hora después. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se ubicó a aproximadamente 100 kilómetros al suroeste de Ferndale, con una profundidad de 10 kilómetros.

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El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis emitió inicialmente una advertencia para las áreas costeras, desde Davenport, al norte de San Francisco, hasta Douglas, en el sur de Oregón. Las autoridades señalaron que la intensidad del sismo podría generar olas peligrosas en un radio de hasta 300 kilómetros desde el epicentro, recomendando evacuaciones preventivas en las comunidades cercanas a la costa.

Respuesta inmediata y medidas preventivas

En respuesta al evento, varios servicios fueron interrumpidos como medida de precaución. En el área de la bahía de San Francisco, el sistema de trenes subacuáticos suspendió temporalmente sus operaciones. Asimismo, el zoológico de San Francisco cerró sus puertas y evacuó tanto a visitantes como a personal, asegurando a los animales en áreas protegidas.

Por su parte, en localidades cercanas al epicentro, como Eureka, los residentes reportaron una fuerte sacudida.

“Fue un movimiento rápido y poderoso. En cuestión de segundos sentimos el suelo vibrar como nunca antes”, comentó Julie Hanson, vecina de la región.

Reacciones en redes sociales

Videos y testimonios de los momentos posteriores al sismo inundaron las redes sociales. Usuarios compartieron imágenes de lámparas oscilando, agua derramándose de piscinas y muebles moviéndose dentro de las casas. Las etiquetas relacionadas con el terremoto y la alerta de tsunami se volvieron rápidamente tendencia en plataformas como Twitter e Instagram.

Desactivación de la alerta y balance inicial

La alerta de tsunami fue cancelada aproximadamente una hora después del terremoto, tras confirmarse que no se habían generado olas de gran magnitud. Sin embargo, las autoridades continuaron monitoreando posibles réplicas en la región.

Este evento es un recordatorio de la actividad sísmica en la costa oeste de Estados Unidos, ubicada en el Anillo de Fuego del Pacífico. Las autoridades instaron a la población a mantener la calma y seguir los protocolos establecidos para emergencias de este tipo.