Emociones a flor de piel en La Casa de los Famosos: las sorpresas para Mayito y Agustín rompieron corazones

El martes de cine en La Casa de los Famosos se convirtió en una velada inolvidable, marcada por emociones profundas y momentos únicos.

El protagonista indiscutible fue Mario Bezares, quien celebró su aniversario número 33 de matrimonio con su esposa Brenda. La sorpresa comenzó con la llegada de Brenda a la suite, donde lo esperaba con un ramo “buchón” y una cena romántica para dos. Como parte del regalo, la pareja disfrutó de una noche en la suite, reviviendo, 33 años después, una nueva luna de miel.

La Jefa, preparando el terreno para el emotivo encuentro, proyectó previamente un video en el que Brenda dedicaba un mensaje lleno de amor a su esposo. Minutos antes de ser conducido a la suite, Mario recibió una llamada de Brenda en el teléfono del jardín, después de varios intentos fallidos de comunicación.

Brenda le dijo al teléfono a Mayito, “estás adelgazando, pero te hace falta hacer ejercicio. Sube las escaleras de la suite.” El reencuentro fue cálido y emotivo, y Mario, con sus más de 65 años, se veía como un joven en su primera cita.

El encierro, que ya lleva 59 días, ha hecho que los habitantes restantes de la casa reflexionen sobre lo que realmente valoran fuera de esas paredes.

Y esta gala no fue la excepción. La tensión no solo se centró en el aniversario de Mario, sino también en las revelaciones sobre la próxima nominación: cuatro habitantes estarán en la temida placa y uno será salvado, lo que permitirá definir al segundo finalista.

Otro momento cargado de sentimientos ocurrió cuando Agustín recibió una videollamada de su padre desde la Patagonia, Argentina. Un padre que, con amor incondicional, le recordó a su hijo que no estaba solo, a pesar de las traiciones que vivió en el “cuarto Tierra”. Con palabras sinceras y emotivas, le repitió varias veces “te abandonaron”, “te traicionaron”, pero también “no estás solo”.

Agustín, conmovido hasta las lágrimas, agradeció a su “Viejón” por esas palabras de aliento, confesando que, aunque siempre creyó ser fuerte, la experiencia del encierro le ha resultado extremadamente difícil. “Pronto voy a Argentina, los voy a traer aquí”, dijo Agustín, reafirmando la importancia de su familia.

Al salir de la sala de cine, Agustín, por primera vez en toda la temporada, dirigió sus palabras directamente a sus padres. “Pensé que estaba solo”, confesó, emocionado, dejando ver cómo la distancia y el aislamiento han calado en su fortaleza emocional.

Así fue la gala de esta noche, llena de reencuentros y promesas, donde los sentimientos estuvieron a flor de piel, dejando claro que, en La Casa de los Famosos el corazón sigue siendo el verdadero protagonista.

AT