Historias Humanas

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  • Vendieron su terreno “y animalitos” en Guerrero, hoy viven la incertidumbre de vivir en el arroyo
  •  No había otra, “necesitábamos trabajo. Y se tuvo que dejar todo, y nos venimos para Los Cabos, indica doña Esther
  • El miedo por la temporada de huracanes

Vicky Carrion

Cabo San Lucas.-Más de un año y la familia de Esther vive en un terreno que le traspasaron, luego de no encontrar donde vivir, porque rentaban y no alcanzaba el salario de su esposo.

“Hace un año llegamos porque mi esposo no encontraba trabajo en Guerrero, anduvo buscando pero ya no se podía, vendimos el terrenito que teníamos con unos cuantos animalitos“.

“Entre pasajes y todo lo que se gastó, poco nos quedó porque al principio queríamos comprar un terrenito, pero están caros, aunque ya nos dijeron que están dando oportunidad de poder comprar, dando el enganche, pero eso lo estamos viendo’’.

Esther Moreno dice que aprendió a hablar castellano porque de donde vienen sólo hablan su dialecto, “me ha costado trabajo pero lo hago porque mis  hijos aprendan a hablar de las dos maneras, ellos son más listos y todo aprenden’’.

“Eso sí, con tiempo y después de muchas vueltas pude meterlos a la escuela de la colonia Gastélum, nos tenemos que ir temprano porque a veces se tardan los camiones en pasar’’.

“Yo no pude ir a la escuela, mis papás son de otras costumbres y luego tan lejos de donde vivíamos, no podíamos ir a la escuela, así que siempre pensé que cuando me casara, mis niños sí irían a la escuela’’.

Esther se pone triste al agregar, ‘’cuando murió mi papá no pudimos llegar al hospital más cercano porque todo estaba lejos, había llovido mucho y no podíamos llevarlo, y me quedó ese sentimiento, porque estando tan lejos, no se pudo salvar mi papá’’.

“Aquí aunque todo está lejos, no se compara, lo que sí batallamos mucho es por la falta de agua, en el terreno no tenemos y la luz nos la pasan, pero pagamos, lo que sí me preocupa es que estamos en temporada de huracanes y luego ya me dijeron que aquí pasa mucha agua’’.

Señala el lugar donde se han reunido varias vecinas y le han dicho que debe cambiarse de lugar, “agradezco a las vecinas que ya nos dijeron que no debemos estar en este lugar, a ellas ya les ha tocado y me asustan de todo lo que han tenido que pasar“.

“Mi esposo Roberto está viendo con el INVI para ver lo de los pies de casa, sé que nos la vamos a ver más difícil pero tenemos que estar en un terreno donde no pongamos en riesgo la vida de nuestros cuatro hijos que todavía están chicos’’.

“La verdad me da mucho miedo, porque no me imagino cómo se pone esto con los huracanes, ¡Dios nos libre¡, pero por lo pronto aquí seguiremos hasta que podamos cambiarnos, porque aquí es un paso de arroyo, esta es la colonia Las Antenas”.

Esther, una madre de familia preocupada por sus hijos y por el lugar donde deberán estar seguros.