Hoy nueve años del devastador huracán “Odile”
Este 14 de septiembre, se conmemoran nueve años del devastador huracán Odile, fenómeno que dejó una huella imborrable en la historia de Baja California Sur, pero sobre todo para Los Cabos, municipio en el que tocó tierra en categoría III.
Desarrollo de Odile
Fue el 10 de septiembre del 2014 cuando el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dio los primeros informes sobre la formación de la depresión tropical No.15 a 385 km al suroeste de Acapulco, Gro, fue ese mismo día que se desarrolló como la tormenta tropical “Odile”.
Su proyección mostraba un desplazamiento constante hacia el noroeste, hacia tierras sudcalifornianas. La madrugada del 13 de septiembre se convirtió en huracán categoría I a 320 km al sur-suroeste de Manzanillo, Colima. El sistema siguió aumentando su fuerza y a las 19:00, cuando se encontraba a 275 km al suroeste de Manzanillo, alcanzó la categoría II.
Para ese momento, el fenómeno no representaba un peligro para las costas de Baja California Sur, por ende, los preparativos para el tradicional Grito de Independencia continuaban por parte de las autoridades municipales. Al mismo tiempo, el Consejo Municipal de Protección Civil se mantenía atento.
No obstante, “Odile” siguió ganando fuerza y a primera hora del 14 de septiembre ya era categoría III y anunciaba su impacto con Los Cabos.
Odile un devastador huracán
A las 4 de la mañana se convirtió en un devastador huracán categoría IV, el impacto era inminente y las actividades fueron suspendidas en su totalidad, las alertas estaban al máximo, pero nadie estaba preparado para Odile.
Ante la carencia de huracanes y lluvias durante la temporada ciclónica, de ese año y los anteriores, la población se mostró escéptica en su llegada, algunos consideraron exageradas las acciones de las autoridades, pero la realidad fue otra.
Odile tocó tierra el mismo 14 de septiembre, de manera oficial, en categoría 3 con vientos de 205 km/h y rachas de 250 km/h, no obstante, mucha población cree que en realidad llegó en categoría IV, descendiendo a III los primeros minutos ya sobre tierra cabeña.
El ojo del huracán tocó tierra a tan solo 10 km al este de Cabo San Lucas alrededor de las 22 horas, muchos dicen que tembló.
De ahí en adelante, Odile empezó a degradarse mientras avanzaba hacia el norte de la península. A Mulegé llego como tormenta tropical, volvió a tocar tierra al noroeste de Sonora y en Caborca ya era una baja presión.
Daños por “Odile”
Los fuertes vientos y la lluvia constante provocaron inundaciones y grandes afectaciones en todo el Estado. Las cifras hablan de una tragedia sin precedentes:
- Cerca de 239,000 personas se vieron afectadas directamente por el huracán.
- Se contabilizaron al menos nueve víctimas mortales en BCS, algunos medios hablan de 18 a lo largo de los estados por los que pasó.
- Cerca 20,000 viviendas, desarrollos y negocios resultaron dañados o destruidos.
- Infraestructura vital, como carreteras, puentes y servicios públicos, sufrió daños valorados en más de 16.6 mil millones de pesos.
- 30 mil turistas varados en todo el Estado.
- La caída de 4 mil 300 postes, lo que dejó sin energía al 92% de la población.
Durante semanas, incluso meses, decenas de personas se quedaron a oscuras. La falta de electricidad también tuvo un impacto en el suministro de agua y la comunicación, lo que complicó aún más la respuesta a la emergencia.
Además de los desafíos causados por la falta de energía, se registraron incidentes lamentables de rapiña en centros comerciales y tiendas locales. Estos incidentes destacan la fragilidad de la sociedad en momentos de crisis y la importancia de contar con una respuesta efectiva de seguridad pública.
Las secuelas de Odile fueron profundas y desgarradoras. Las imágenes de calles anegadas, techos arrancados, la falta de energía y los episodios de rapiña quedaron grabados en la memoria colectiva.
A nueve años, Baja California Sur ha logrado reconstruirse, Odile ha fortalecido la preparación y la respuesta ante desastres naturales. Se han implementado mejoras y medidas de mitigación, y la conciencia sobre la importancia de la resiliencia ante el cambio climático ha crecido significativamente.
El recuerdo de Odile siempre estará presente en la memoria de quienes lo vivieron, pero también es un recordatorio de la capacidad de recuperación y la solidaridad que pueden surgir en medio de la adversidad.