La abuela Marina sigue trabajando pese a su edad

Cabo San Lucas.-Doña Marina, amable y sin perder su afable sonrisa, solo agradece por que aún puede trabajar ya que a sus sesenta y siete años ya no le dan oportunidad de laborar en las empresas.
Pese a que hace más de quince años llegó a Los Cabos procedente de Toluca, buscando una mejor vida con sus cuatro hijos, inició trabajando en los hoteles como camarista.
Pero al ver que pasaba el tiempo dejó de laborar y comenzó un viacrucis para ella, pues carecía de estudios, “fue cuando decidí ir a pedir trabajo en una de las empresas que queda cerca de aquí, como cerillito, y me han dado la oportunidad’’.
“Cuando ya no me dieron oportunidad de trabajar en los hoteles por la edad, sí sentí feo, no saben cómo nos hacen sentir, es como si de pronto somos unas personas inútiles, y no, para nada, todavía podemos si nos sentimos bien de salud y caminamos, es que aún podemos’’.
“A veces es muy ingrata la vida, te piden que estés joven para trabajar y que tengas experiencia, apenas le pasó a uno de mis bisnietos, apenas salió de su universidad, gracias a Dios todos lo ayudamos para que estudiara, y le piden experiencia, pero pues como no la tiene, no le dieron trabajo’’.
“No hay congruencia, pero desgraciadamente así es esto, y pues a uno que ya está viejo y con experiencia ya no nos dan oportunidad, por la edad, “quién los entiende” –dijo doña Marina Trino Cuica.
“Tengo cuatro hijos, siete nietos y dos bisnietos, uno de ellos ya es universitario, y por eso digo, él quiere trabajar pero para todo le piden experiencia, así cómo le va hacer uno“.
“Pero eso sí, estoy agradecida con Dios porque mis hijos se vinieron a San Lucas, me faltaba uno, pero ya el año pasado se vino con su familia, así que ya estoy completa’’.
“Soy viuda, pero me gusta ganar mi dinerito, aunque me dan la pensión de mi señor pero a veces no alcanza, con los años nos hicimos de un terrenito que ahí construimos tres cuartitos, ahora cerca vive una de mis hijas y ya me siento más tranquila’’.
“Como me queda tiempo libre pues vendo productos de belleza, ahí la llevo, a veces sí me canso de caminar, de repente la fuerza de las piernas me falla pero no dejo de caminar porque eso es ejercicio”.
“Hasta que Dios me dé permiso voy a seguir trabajando, porque si no, me va entrar la tristeza y me voy a sentir peor, así que no hay como hacer algo útil aunque nos cierren las puertas de muchas empresas, debe uno buscar las oportunidades”.