Lavanderías han perdido 70% de sus ingresos por falta de pipas

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El conflicto entre piperos particulares y el gobierno municipal de La Paz que inició con la falla de energía eléctrica que hubo en el pozo 152, sigue cobrando factura a pequeños negocios, tal es el caso de las lavanderías donde aunque el agua no es para beber sí es indispensable para su trabajo. 

La mayoría de los establecimientos de este giro adquieren pipas de agua de manera constante ya que el suministro que reciben de la tubería es insuficiente. En este sentido, de forma anónima y en un ánimo de molestia, el dueño de uno de una lavandería comentó que no han podido trabajar desde el martes, aseguró que hay mucha demanda, pero no tienen cómo atenderla. 

“Siempre hemos comprado pipas pero ahora nos ha afectado hasta lo de las pipas, porque ni los de las pipas nos traen agua porque no hay de dónde y entonces no estamos trabajando, la verdad te soy sincero no estamos trabajando”, comentó. 

A pesar de estas dificultades, el panorama económico para los negocios no es muy favorable, pues ya les avisaron sobre el aumento en el costo del servicio de abastecimiento. 

“Valía mil pesos, ahorita nos encontramos con la novedad de que ya subió a mil 500, nos enteramos hace rato que le hablamos al señor que nos surte y nos dijo que ya iba a valer mil 500″, indicó. 

Una de las lavanderías ubicada en la colonia Guerrero pagaba al menos mil pesos a la semana para cubrir la demanda de trabajo, ahora los dueños piensan en cómo reducir gastos, saben que el agua es indispensable y no pueden dejar de comprarla. 

El propietario de la lavandería manifestó que nunca había tenido tantos problemas con el agua, le ha llamado a varios transportistas y la respuesta es la misma, le dicen que están en huelga o que el gobierno cerró los pozos donde se abastecen. 

Las lavanderías que ofrecen los servicios de planchado y lavado han disminuido sus ingresos en un 70 por ciento y consideran que solicitar pipas al ayuntamiento no es viable, ya que el agua no es para uso doméstico.

Aseguran que no les queda otra opción más que esperar a que restablezcan el servicio, mientras tanto siguen disculpándose con los clientes que llegan al establecimiento.