Los Cabos con 43 mil electores más en cinco años
No sólo resta un año para las votaciones del 2021. Faltan los nuevos electores que se sumarán con su credencial electoral —al pasar de los 17 a los 18 años— y los que seguirán llegando, atraídos por el imán del empleo que es Los Cabos; aun cuando tengan que pasar y sobrevivir a la brutal aduana del terrible rezago urbano local —cada vez es más dramático el desabasto de agua potable, por citar—.
El electorado y las condiciones de vida, trazan un mapa político que tiene que ver también con padrones culturales de dónde se viene, por lo que el político tiene que cuidar lo que dice o lo que va a prometer de una colonia a otra.
Lo mismo hay asociaciones de guerrerenses que de comundeños, que indígenas a cuyos hijos vemos explotados en playas o la Marina de Cabo San Lucas, sin que se haya dado un golpe efectivo ante esta atrocidad a ojos de todos; lo que, se agrieta aún más con los indolentes recortes de la 4T en áreas sensibles de la sociedad.
El padrón electoral del 2015 bordeaba en Baja California Sur con los 467 mil votantes, para el 2018 creció a los 505 mil; y a un año de las votaciones del 2021, en el 2020 se registran 535 mil.
Los Cabos es el detonador de este incremento estatal electoral. En cinco años, se creció en 43 mil electores, casi el 60% del aumento en Baja California Sur de 68 mil votantes en un lustro. Y sigue contando.
Todavía en los comicios del 2015 (gubernatura, alcaldías, diputaciones federales y locales), La Paz tenía, aun cuando marginal, más votantes que Los Cabos. En aquel año el padrón electoral sudcaliforniano refería a 187 mil votantes en La Paz; Los Cabos, 179 mil 247; Comondú, 50 mil 854; Loreto, 11 mil 556; Mulegé, 38 mil 42.
Pero, para el proceso electoral del 2018 (Presidencia, diputaciones federales y locales, Senadurías, alcaldías), Los Cabos superaría con poco más de un mil electores a La Paz.
Lo anterior, de tal manera que en los comicios de hace dos años La Paz contaba con 197 mil 702 electores, Los Cabos, 199 mil 74; Comondú, 52 mil 205; Mulegé, 39 mil 897; Loreto, 11 mil 687.
En total habría para las votaciones del 2018, 505 mil electores.
Con este escenario, el padrón electoral de La Paz en cinco años habría crecido en 19 mil votantes.
Sin embargo, los tres municipios del Norte del estado casi se han mantenido en la misma línea en estos últimos cinco años en el número de votantes; acaso Comondú, con un crecimiento de tres mil votantes, Mulegé con dos mil y Loreto con 200.
Hoy, en este 2020, ya se hace referencia de un padrón electoral de 535 mil electores, cuando aparte, para el próximo 3 de agosto —luego de la pandemia que tuvo su primer registro a nivel nacional a finales de febrero— las autoridades electorales reiniciarían con la entrega de credenciales.
Tecla 7/6
Al primer semestre del 2020, Los Cabos acumularía en el padrón electoral 222 mil votantes, mientras que La Paz, 206 mil. Lo que va a cambiar principalmente en Los Cabos, allá por mayo o junio del 2021.
Para el proceso electoral todavía faltan meses; en contraste, pretensos sienten que ya están perdiendo días y andan acelerados con todo y pandemia.
Hay electores. Queda ver con qué se les convence ahora.
El hartazgo social del 2018 tenía un antecedente que pareciera olvidarse, el 2015. En las votaciones del 2015 el electorado castigó a los firmantes del Pacto por México con dos millones de votos menos al PRI, otros dos millones menos al PAN y unos 500 mil al PRD.
No todo parte del 2018. Ya en el 2015 había un electorado, lo que se dice “hasta la madre” de lo que se había vendido como fraude. Unas reformas que nunca beneficiaron a nadie y que sólo jodieron más al pueblo con castigos, pillerías, corrupción, saqueo, impunidad. Y que lo reflejaría en las urnas de hace cinco años.
En la de Hacienda se despojó de más dinero del bolsillo de hogares y de empresas sudcalifornianas con el aumento del 50% en el pago del IVA. Y desde aquel año ya se vomitaba contra la reforma de energía.
En el 2015, con todo y lo que pudo haber brindado de atención Peña Nieto a Los Cabos por el huracán “Odile”, había más agravio que beneficios.
Se decía que tenía todo el PRI para ganar con tanta Secretaría al final de la tierra (y sus aliados encubiertos con otros candidatos, colores y acuerdos con el “uno” y con el “dos”) y hasta César Duarte.
El hartazgo social es un monstruo de mil cabezas.
El mapa electoral para el 2021 ya casi sobre la mesa.