Magistrados, del Tribunal al viaje

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Portada para columnas de El Universal, Bajo Reserva

Usted se preguntará por qué, ahora sí, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió de manera pronta el caso del presidente nacional de Morena, Mario Delgado, a quien dio la razón al declarar que es válido que él permanezca en el cargo hasta octubre de 2024.

Nos dicen que la razón no fue cumplir con la obligación de impartir justicia de manera expedita, sino que hubo una razón más importante.

Nos dicen que el magistrado presidente del Tribunal, Reyes Rodríguez Mondragón y la magistrada Janine M. Otálora Malassis tenían que salir de viaje a Nueva York, pues hoy deberán estar presentes en algunas reuniones en aquella ciudad de los Estados Unidos.

Nos comentan que don Reyes y doña Janine no viajan solos, sino cada uno llevará a una “persona de apoyo”.

En la sesión de ayer, el fallo se dio por cuatro votos a favor y dos en contra, estos últimos de la magistrada Otálora y del magistrado presidente Rodríguez. Votas y te vas, diría un expresidente.

Falla celada contra la presidenta de la Corte

Nos cuentan que, ayer, en la antigua sede del Senado, en la calle de Xicoténcatl, todo estaba listo para la celada, por parte del oficialismo en contra de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, a quien querían increpar el fallo del máximo tribunal del país que por mayoría dio reversa al traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

Los que organizaron la emboscada, nos dicen senadores de oposición, se quedaron con las ganas, pues doña Norma no asistió a la ceremonia solemne en la que se entregó la medalla Belisario Domínguez a la escritora y periodista Elena Poniatowska.

El Poder Judicial estuvo representado por el ministro Alberto Pérez Dayán quien, muy tranquilo, y hasta sonriente, recibió la metralla verbal de la senadora morenista chiapaneca Sasil de León, quien por momentos lució nerviosa y balbuceante.

Así las ceremonias republicanas y el desprecio a la figura de la galardonada.

Almirante y General cara a cara en el puerto de Veracruz

Nos comentan que mañana viernes, en la visita que realizará el presidente López Obrador al puerto de Veracruz, las miradas no estarán tanto en el Ejecutivo federal sino en el almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Marina, y en el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional (Sedena), luego de que se confirmara la filtración del Pentágono de EU sobre las diferencias entre estas instituciones.

Nos hacen ver que el almirante Ojeda y su dependencia llegarán fortalecidos al puerto, pues hablando en términos futbolísticos jugará en casa, pues el presidente López Obrador encabezará la ceremonia del 109 aniversario de la defensa del puerto ante la invasión del Ejército de Estados Unidos junto con decenas de marinos, además de que ayer, en la mañanera se informó que según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2023, la Marina es la institución a la que los mexicanos más confían sobre el Ejército y la Guardia Nacional.

Eso sí, nos adelantan que, siguiendo su disciplina, lo más seguro será que los secretarios se conducirán de forma diplomática y mandarán el mensaje de que todo es paz y amor, aunque por debajo de la mesa haya una guerra.

“Alito” celebra fallo ¡a favor de Morena!

Nos dicen que, quien ayer estaba más contento que Mario Delgado y Citlalli Hernández con el fallo del Tribunal Electoral, es el presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno.

La mayoría de los magistrados de la Sala Superior votaron por respetar la reforma a los estatutos de Morena, como parte de la “autodeterminación” de los partidos políticos.

La decisión del máximo tribunal electoral consideran en el PRI podría beneficiar al dirigente priista, quien enfrenta impugnaciones a los cambios estatutarios que le permiten extender su mandato hasta después de las elecciones presidenciales de 2024.

En la sede priista de Insurgentes ya festejan lo que creen una jugada de tres bandas, en la que queda claro que los tribunales no tienen incumbencia en la vida interna de los partidos, mientras no se cometan violaciones a los derechos de los militantes.

Habrá que estar pendientes, no sea que la bola de billar pegue en la banda equivocada.

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