Niñez mexicana debe romper el silencio para combatir la violencia
Mediante videojuegos enseñan a manejar situaciones de riesgo
México, 24 May (Notimex).- Las nuevas generaciones vienen de la mano con la tecnología, cuyos avances cada vez más innovadores permite a los niños y adolescentes jugar y aprender temas variados, pero cuando en la realidad se enfrentan a situaciones de peligro o de violencia, es necesario que lo hablen o en el mejor de los casos, sepan cómo defenderse.
Por ello, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en México desarrolló el videojuego “Chuka: rompe el silencio”, con el que pretende enseñar a los menores de edad a manejar y combatir la violencia de género, física, psicológica y sexual, así como dejar en los pequeños un aprendizaje sobre cómo poder defenderse, pedir ayuda y ser más asertivos ante situaciones de violencia.
El juego pretende fomentar en los niños el aprendizaje y familiarización con diferentes conceptos; que integren una visión sana con respecto a las diferencias de género, conozcan y reconozcan sus emociones y las de los otros.
Además, que ejerzan sus derechos, sepan que pueden decir que sí o que no ante diversas circunstancias y puedan valorarse y empoderarse. El aprendizaje final es romper el silencio cuando hay violencia.
Y es que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a lo largo de la infancia, uno de cada cuatro niños y niñas sufre maltratos físicos, mientras que casi una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños sufre abusos sexuales, a pesar de la alta prevalencia y los graves efectos, en muchas ocasiones esta violencia se esconde, pasa inadvertida o no se denuncia.
Algunos motivos por lo que la niñez no revelen que han sido víctimas de violencia son culpa y vergüenza, miedo de las consecuencias que sus dichos puedan causar, amenazas de daño físico o muerte por parte de la persona agresora, temor a ser rechazados o estigmatizados, falta de interlocutores dispuestos a creer en sus palabras.
Al mismo tiempo, los estereotipos de género son un factor social que incide en la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes ante la violencia, ya que refuerzan la situación de inferioridad de las niñas y las mujeres dentro de la sociedad e incrementan las probabilidades de que los niños y los hombres cometan actos violentos.
Por ello, surgió “Chuka: rompe el silencio”. Apoyada en la tecnología, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en México intenta concientizar a niños y niñas sobre la violencia de género.
Niños, adultos, papás y maestros pueden encontrar en http://www.chukagame.com/ un apoyo para erradicar la violencia en el entorno de los menores.
Asertividad, fundamental para acabar con la violencia
“Chuka: rompe el silencio” es un juego dirigido preferentemente a niñas y niños de entre siete y 12 años de edad.
También pueden jugarlo más pequeños, pero con el acompañamiento de un adulto, a fin de que puedan reflexionar sobre la experiencia y les quede claro que las formas más adecuadas para defenderse de la violencia son la asertividad y el apoyo que un adulto o una persona de autoridad puede brindarles.
En esta actividad, la protagonista es una niña de 13 años; la intención es romper los estereotipos de género de todos los jugadores. Acorde con la UNODC, abre la posibilidad de empoderar a las niñas y generar aprendizajes en los niños respecto de lo que las mujeres enfrentan diariamente.
La historia gira en torno a “Chuka”, quien siempre irá acompañada de su amigo el ajolote y tendrá una pesadilla en la que encontrará diversos monstruos, los cuales representan diferentes tipos de violencia (física, psicológica y sexual). El reto es que ella pueda vencerlos mediante “batallas”, que se dan a través de un diálogo entre ella y los monstruos, usando emoticones desarrollados especialmente para este videojuego.
Dichos emoticones representan acciones relacionadas a emociones, como llorar, asustarse, gritar, decir groserías, pegar, patear, poner un alto, pedir ayuda, llamar a la maestra, etc. El objetivo es que los jugadores, mediante ensayo y error, logren identificar las mejores estrategias para enfrentar y vencer monstruos.
De la mano de “Chuka” pequeños aprenden a identificar la violencia
El aprendizaje esperado, según la UNODC de México, es que después de jugar, los menores logren identificar conductas agresivas, desde las más fáciles de reconocer, como las agresiones físicas, hasta las violencias psicológicas y sexuales. La asertividad se vuelve fundamental pues la mejor arma para enfrentar cualquier tipo de violencia.
Cada batalla del juego abre la posibilidad de reflexionar sobre los monstruos y sus acciones, su estilo de agresión y la forma de hacer sentir a la protagonista.
Los monstruos, que no son buenos ni malos, son la forma de enfrentar asertivamente los diferentes tipos de violencia a los que los niños están expuestos en la vida real. Algunos enseñan a los jugadores a respetar la diversidad
Este juego abre también la oportunidad de que niños y adultos se comuniquen, traten temas que difícilmente abordan, como acoso escolar, violencia de género, sexual, física, psicológica; estereotipos de género, diversidad, respeto, tolerancia, redes sociales e Internet.
Por ello, es recomendable dejar que los pequeños jueguen solos y vivan en libertad los encuentros con los monstruos y sus emociones, para que ellos mismos hallen respuestas y saquen conclusiones. Al finalizar la sesión, resultará óptimo platicar sobre los sentimientos y sensaciones que el videojuego les despierta.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito explicó que a diferencia de la mayoría de los videojuegos que hacen apología de la violencia o en los que es necesario responder violentamente ante las agresiones de los enemigos, el mensaje de “Chuka” es que los conflictos se resuelven con inteligencia emocional y asertividad, no con violencia.
Padres y maestros deben apoyar a los niños para acabar con la violencia
A los padres y maestros, en las guías respectivas del juego, el organismo les pide estar atentos a los cambios de conducta de sus hijos o alumnos, platicar con ellos, mostrar empatía con los sentimientos expresados tras jugar el videojuego, escuchar atentamente a sus relatos.
En algunos casos, cabe la posibilidad que el juego permita al menor romper el silencio sobre la posible violencia a la que ha estado expuesto o alguien muy cercano. No juzgar será lo mejor, así como quitarle cualquier culpa y actuar en consecuencia, dependiendo del caso que se trate.
En estos tiempos, la violencia es algo inherente en el día a día y no podemos permitir que se normalice. Desde casa podemos a cambiar nuestra vida y la de nuestros niños, niñas y adolescentes.
La tecnología nos acerca fácilmente a una gran diversidad de temas, apoyémonos en ella –con el debido cuidado, como no entrar a páginas que pidan datos personales, no verificar que la página consultada es realmente de un organismo oficial, entre otros– para encontrar soluciones.
Eso ha hecho la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito México. “Chuka: rompe el silencio” llega a través de Internet para que niñas y niños aprendan a reaccionar ante situaciones de violencia física, psicológica o sexual. Permite la interacción entre niños y adultos y abre la posibilidad de, precisamente, romper el silencio.