Cárdenas Palomino, ¿la siguiente gran figura del show de Brooklyn?
Los grupos criminales mencionados hasta ahora en el juicio que se sigue en Nueva York al poderoso exsecretario de seguridad pública Genaro García Luna, controlan actualmente el tráfico de drogas en dos terceras partes del territorio mexicano.
Como se sabe, en ese juicio han aparecido el Cártel de los Beltrán Leyva, así como el Cártel de Sinaloa en sus dos principales vertientes: la que hoy manejan los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado en Nueva York a cadena perpetua, y la que encabeza el escurridizo Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los narcotraficantes más buscados (hay una tercera vertiente menor, a cuyo frente se encuentra un hermano del “Chapo”: Aureliano Guzmán, apodado “El Guano”).
Dichos grupos controlan o tienen presencia en Sinaloa, Baja California, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, el Edomex, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Quintana Roo, Nuevo León, Sonora, Oaxaca, Tamaulipas, Aguascalientes, Chiapas, Coahuila y la Ciudad de México.
Las agencias de seguridad de Estados Unidos los hacen responsables de la oleada de muertes por sobredosis que desde hace años sacude a aquel país. La DEA sostiene que su expansión está ligada al ascenso de Genaro García Luna durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, y que esta expansión –que continuó a lo largo del sexenio de Enrique Peña Nieto– solo fue posible mediante la compra de altos mandos de la AFI y, sobre todo, de la Policía Federal.
Para la DEA, la alianza en la que participaron 25 jefes del narcotráfico y alguna vez dio origen a la llamada Federación de Cárteles, incluía entre sus cláusulas la aportación que cada grupo debía hacer para el pago de sobornos a elementos federales, en una cadena que iba en ascenso hasta llegar a los mandos de seguridad de primer nivel.
García Luna es el rostro más visible de lo que el gobierno de Estados Unidos quiere demostrar –y no pudo hacer en el caso del general Salvador Cienfuegos, aprehendido por cargos de narcotráfico y devuelto a México por “razones de Estado”.
Un subordinado de García Luna en la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, conocido como La Reina, fue condenado hace poco por un juez federal del país vecino a diez años de prisión.
Reyes se declaró culpable de haber simulado que combatía el narcotráfico, y de filtrar a cambio de sobornos información que llegaba a su poder, a fin de beneficiar a un grupo criminal (“Seguimiento 39”) que traficaba drogas para los Zetas, los Beltrán, y los cárteles de Sinaloa, Jalisco y el Golfo.
La Reina llegó a un acuerdo para entregar información y recibir una sentencia reducida. La información que ha entregado involucra a quienes fueron sus superiores y sus compañeros.
De manera que la investigación del gobierno de Estados Unidos no terminará el día en que Genaro García Luna sea declarado culpable o inocente.
En el desfile de testigos presentados por la fiscalía en el juicio que se sigue en Brooklyn al exsecretario, un antiguo capo del Cártel del Milenio, Óscar El Lobo Valencia, declaró haber hecho un fuerte pago en dólares a Luis Cárdenas Palomino, el exjefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, y antiguo titular de la Agencia Federal de Investigación.
Considerado el brazo derecho de García Luna, Cárdenas Palomino tuvo el control absoluto de 32 estados, así como de las fronteras y el aeropuerto.
Más de 40 mandos se hallaban bajo sus órdenes.
En julio de 2021 fue aprehendido por su presunta responsabilidad en el delito de tortura, en la modalidad de instigador y autor material, cometido en contra de Mario Vallarta, el hermano de Israel Vallarta, supuesto líder de la banda de secuestradores Los Zodiaco (y víctima del montaje que lo llevó a la televisión al lado de Florence Cassez).
Al igual que García Luna, Cárdenas Palomino recibió toda suerte de reconocimientos internacionales. Hoy se encuentra recluido en El Altiplano, un penal de máxima seguridad.
El antiguo jefe de Seguridad Regional está desde hace tiempo en la mira de la DEA, lo investiga el gobierno de Estados Unidos y, según fuentes de inteligencia, está cerca de convertirse en la siguiente gran figura del show de Brooklyn.