Paquetes turísticos del Tren Maya: competencia desleal con estilo militar

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Ante la baja afluencia de pasajeros en el Tren Maya, que apenas transporta al 19.5% de lo planeado, el gobierno lanzó paquetes turísticos con descuentos de hasta un 50% en sus tarifas.

Según Óscar David Lozano, director general del Tren Maya, estos paquetes buscan impulsar el turismo en la temporada vacacional.

Los paquetes incluyen vuelos desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y traslados en el Tren Maya con un 50% de descuento para pasajeros nacionales.

Se ofrecen 10 paquetes turísticos diferentes, incluyendo el “Paquete Joyas de la Cultura Mexicana”, que incluye un viaje de 4 días y 3 noches a Tulum, Bacalar y Calakmul, con un precio de $14,512 pesos.

Otro paquete es el “Ruta de las Maravillas”, que incluye un viaje de 3 días y 2 noches a Mérida, Chichén Itzá y Valladolid, con un precio de $8,916 pesos.

Según Lozano, “estamos ofreciendo el precio más barato en relación con la oferta turística nacional”. La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el Tren Maya es “una hazaña” y un “símbolo de la transformación”, que muestra la riqueza cultural y natural de México.

Sin embargo, la decisión del gobierno de ofrecer paquetes turísticos con descuentos de hasta un 50% ha generado una gran controversia en el sector turístico.

Muchos empresarios y expertos consideran que esta medida representa una competencia desleal contra la iniciativa privada, ya que el gobierno está utilizando su posición dominante para ofrecer precios más bajos que los que pueden ofrecer las empresas privadas.

Además, esta medida ha generado preocupación sobre la sostenibilidad del sector turístico en el largo plazo.

El gobierno ha históricamente demostrado una falta de eficiencia en la gestión de empresas y proyectos, lo que ha llevado a fracasos costosos y perjudiciales para la economía del país.

Es importante recordar que el sector turístico es uno de los más importantes para la economía mexicana, y cualquier medida que se tome debe ser cuidadosamente considerada para asegurarse de que beneficie a todos los actores involucrados, incluyendo a los empresarios, los trabajadores y los turistas.

En este sentido, sería recomendable que el gobierno considere otras opciones para impulsar el turismo en la región, como invertir en infraestructura y servicios, promover la calidad y la seguridad, y apoyar a las empresas privadas para que puedan ofrecer servicios competitivos y de alta calidad.

JB

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