Para Bertha Lila aun falta que la gente aprenda a respetar a los niños con discapacidad
Cabo San Lucas.- Para Bertha, mamá de tres hijos y sin haber concluido sus estudios de primaria, el salir adelante por sus hijos ha sido difícil, pero con todo, saca fuerzas y sigue trabajando por ellos.
“Tengo tres hijos, pero cuando nació Pedro me dijeron los doctores que tenía un soplo, la mayoría de los niños son síndrome de Down presentan problemas del corazón, a él lo tuvieron que operar a los cuatro meses, tenía un hueco en su corazón que solo pudo soportar con un injerto”.
“Después de que cumplió sus seis años, el papá de ellos me dejó, dijo que iría al gabacho a trabajar y pues es la hora que no regresa, nunca ha estado al pendiente de ellos”.
“A veces los niños son crueles con mi hijo, todavía hay muchas personas que no aceptan a los niños con síndrome de Down, ellos no tienen la culpa pero, somos los adultos los que tenemos que aprender y enseñarles a los demás que no debemos excluirlos, que son niños que nacieron con un cromosoma de más”
“Pedrito iniciará pronto sus estudios en CAM, estoy interesada que aprenda muchas cosas, aunque le tengo paciencia a veces no sé cómo enseñarle que debe socializar y participar en actividades, y que aprenda a ser independiente”.
Bertha Lila Hernández es originaria del estado de Puebla, dice que desde hace cinco años vive en la colonia Caribe bajo en invasión; ‘’me tuve que ir a México para que fuera operado mi hijo porque presentaba además problemas respiratorios, fueron unos años largos y difíciles, pero a su lado, siempre he sentido que Dios ha tenido misericordia y compruebo una vez más que él está con mi hijo”
“Durante los tres primeros años -agrega Bertha Lila- estuvo medicado ya que normalmente los niños síndrome de Down, nacen con problemas del corazón, en el caso de mi hijo su corazón presentaba un orificio muy grande por lo que le hicieron un injerto y hasta la fecha se encuentra bien”
Aunque ella sola ha sacado adelante a sus hijos, cuando tenía que llevar a Pedrito a sus consultas, siempre contó con el apoyo de su mamá quien ya vive con ella.
Platica, ‘’cuando nació sentí desilusión pero de mí, no de mi hijo, me ponía a llorar porque no sabía qué iba a hacer pues ya comenzaba a tener problemas con mi esposo; el médico me habló y me dijo que, o me echaba a la tristeza o me dedicaba a sacarlo adelante, y eso es lo que he hecho”.
“He ido aprendiendo como tratarlo, aunque soy muy sobreprotectora, sé que tiene que aprender a ser independiente, él es el consentido de la casa, pero yo quiero por igual a mis tres hijos, que al igual son buenos hermanos”.
“Yo busco la manera de trabajar, limpio casas, vendo productos, hasta de mesera muchas veces, la cuestión es que siempre debo traer dinero para mi pequeña familia’’. Finalizó una mamá que no se deja vencer por la adversidad.