OTAN promete no olvidar a afganos que no pudieron ser evacuados
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró el martes “esencial” mantener abierto el aeropuerto de Kabul y prometió no olvidar a quienes quieren huir del régimen talibán pero no pudieron ser evacuados antes de la retirada de los últimos soldados estadounidenses de Afganistán.
“Mantener el aeropuerto de Kabul abierto y en condiciones de operar es esencial tanto para hacer llegar ayuda humanitaria como para que salgan las personas, aquellas que así lo desean pero que no han podido formar parte de la evacuación militar”, dijo Stoltenberg a la AFP.
“Nos comprometemos todos a seguir trabajando duro para hacerlas salir. No las olvidaremos”, agregó.
El último vuelo militar estadounidense partió del aeropuerto de Kabul el lunes por la noche después de operaciones de emergencia para rescatar a más de 123.000 aliados y afganos que trabajaron junto a ellos durante el conflicto.
Pero mientras los talibanes celebran su victoria, la OTAN debe analizar qué salió mal en su misión militar más importante desde la Guerra Fría.
Stoltenberg aseguró que los aliados mantendrían la presión diplomática sobre los talibanes para permitir que los afganos restantes y sus familias, que trabajaron para ayudar al esfuerzo occidental y ahora se sienten en riesgo, abandonen el país.
En diálogo con AFP, el funcionario elogió a Turquía, un miembro de la OTAN, por ofrecerse a asumir un papel en la gestión del aeropuerto mientras los talibanes intentan abrirlo, y agradeció a aproximadamente 800 miembros del personal civil de la OTAN por su ayuda en la gestión del puente aéreo.
“Continuaremos trabajando con los aliados de la OTAN, con otros países para ayudar a la gente a salir. Juzgaremos a los talibanes no por lo que digan, sino por lo que hagan”, afirmó.
Mantener la presión
Al mismo tiempo, la OTAN utilizará su “influencia política, diplomática y económica para asegurarnos de que la gente pueda irse. Esto es importante porque los aliados de la OTAN han estado allí durante tantos años”.
Con relación al futuro, Stoltenberg dijo que la alianza occidental tendría que analizar cuidadosamente qué salió mal en su misión de construir un gobierno y un ejército afgano capaces de detener el avance de los talibanes.
“Estas son algunas de las preguntas difíciles que tenemos que hacernos. Ahora tendremos un proceso en el que vamos a evaluar, analizar y tener nuestro proceso de lecciones aprendidas en la OTAN”, dijo a la AFP.
Después de 20 años de conflicto, los rebeldes islamistas controlan nuevamente la mayor parte del territorio afgano y celebran la victoria sobre el derrumbado gobierno respaldado por Occidente.
Stoltenberg, sin embargo, insistió en que no todo estaba perdido para los aliados, ya que su intervención al menos había impedido que los grupos internacionales lanzaran ataques desde Afganistán contra objetivos occidentales.
Representantes talibanes mantienen conversaciones con Turquía y Catar para asumir un papel en la gestión del aeropuerto de Kabul, escenario en semanas recientes de un extraordinario éxodo de refugiados desesperados y tropas aliadas.
En ese escenario, los afganos que trabajaron con las tropas aliadas (traductores, guías o asesores) ahora temen cruzar los puestos de control de los talibanes para llegar al aeropuerto, que de acuerdo con funcionarios estadounidenses está en mal estado.