Se agudizan denuncias de acoso sexual en la prepa Morelos

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Foto: Bismarck Moyrón

Foto: Cortesía.

Los casos de acoso sexual que se dieron este martes en la Escuela Preparatoria José María Morelos y Pavón, de La Paz, fueron dados a conocer en su gran mayoría  por exalumnas de dicha institución. En los casos hay varios maestros que actualmente dan clases y que fueron señalados repetidas veces por las alumnas.

Resalta, como lo manifiestan en un comunicado, que estos casos de acoso sexual se han presentado por varias generaciones y que, hasta hoy, decidieron hablar y no quedarse calladas.

Algunos de los casos expuestos son contra un profesor llamado “Moisés Villorín”.

“Un día fui a su cubículo y, mientras estábamos sentados platicando, me preguntó ¿te molesta? Yo no sabía a qué se refería hasta que volteé hacia abajo y vi que se había sacado el pene y se estaba masturbando. Yo no supe qué hacer, me quede sentada, hasta que dos minutos después, aproximadamente, llegaron unos alumnos a tocar la puerta del cubículo, entonces me paré y me fui”, cuenta Luna “N”.

Otro dice:

“Una amiga que también fue en la prepa y me recordó que a ella también se la aplicaba. Cuando estaban en su cubículo, este Moisés le enseñaba fotos de fotos de él y de su esposa desnudos, mientras tenía erecciones”.

Una más, acusa:

“Conmigo, en una asesoría, ‘se lo sacó’ y, como vio que me asusté mucho, se disculpó y no volví a asesorías; después de eso, quiso hablar conmigo y hasta lloró cuando me pidió disculpas el enfermo”, narró otra ex estudiante.

Foto: Cortesía.

Diana “N”, graduada en 2013, contó que al principio no veía actitudes extrañas del profesor, aunque sí intentó tener conversaciones en temas personales y de carácter sexual implícitamente. Sin embargo, al acudir a asesorías con él, en una ocasión lo vio con su miembro viril afuera de su pantalón. Esto la marcó por muchos años, platicó.

“Cuando volteó de frente, el señor tenía su miembro erecto afuera; en este momento me mareé de la impresión y de lo que estaba pasando, además de que me asusté y volteé para otro lado. Me dijo: ‘¿te incomoda?’, le respondí: ‘sí, mucho’. Entonces procedió a guardarlo y a abrocharse el pantalón”, narró.

Foto: Cortesía

Otra contó que, al igual que la anterior, no había visto nada fuera de lo normal en los primeros dos semestres. Fue hasta el tercero y cuarto cuando notó el cambio. En una ocasión, le sugirió tener algo más que una relación alumna-profesor, cuando en ese momento él tenía 38 años y ella 15. En otro momento, estando en la biblioteca, dijo que poco a poco se le fue acercando al recorrerse en las sillas.

“Hasta que quedó a mi lado y me tocó las piernas, o sea, bajó su mano por la mesa y me tocó; yo quede en shock, me levanté y me fui. Me ofreció un millón de disculpas”.

“El colmo de todo fue cuando me dijo que de no ser por mi virginidad, él hubiese hecho algo conmigo, pero que le gustaban más experimentadas”.

Las exalumnas también mencionaron a otro maestro:

“Cuando yo estaba en la prepa, (Gustavo) Tostado me acosó en un cubículo. O sea, literalmente me tocó la pierna y me dijo que no iba a pasar, pero que nos podíamos arreglar. Al final lo puse en paz, no pasó a mayores”.

“Yo siempre le dije al Tostado ‘pinche maníaco’, se la pasaba viéndome los pechos y siempre me decía cosas como ‘qué bonita tu blusita’ o ‘ahora traes otro color de blusa’, siendo que esas blusas las usaba abajo del uniforme”, relató otra.

“Las insinuaciones sexuales que hacía el profesor Tostado con su mirada lasciva, al igual que el profesor Piñeda, que no perdía la oportunidad de hacer contacto físico cuando uno iba a calificar”, dijo otra.

“A mí Tostado me veía de esa manera, y tengo testigos”, afirmó una más. “Tostado me veía las piernas se usaba falda”, contó otra exalumna.

Otra alumna contó sobre un profesor de apellido Soren.

“En mis años de preparatoria (2011-2014) el profesor Soren hacía chistes y comentarios machistas, concretamente no recuerdo las palabras exactas que decía, pero era violencia de género. “Y el profesor Tostado veía de pies a cabeza a las alumnas de una manera que incomoda, si se te veían las piernas era peor”, abundó.

“Cuando estudiaba el tercer semestre de la prepa Morelos tomaba clases y asesorías con Camacho, una vez me habló a su escritorio y me dijo en voz baja ‘qué bueno que volviste, eres muy lista, además que te ves muy guapa’, yo a esa edad no sabía ni qué decirle, así que sólo me reí y me fui”, narró otra.

Una más dijo:

“Personalmente, lo que me pasó en la prepa Morelos fue con Mariscal”. Contó que al término de un examen, siendo ella la última en entregarlo, le pidió acercarse a él.

“Recuerdo que ese día llevaba el uniforme, me pidió que me acercara para señalarme un error supuestamente del examen y en eso me metió la mano debajo de la falda y me apretó la pierna derecha. Me quite súper rápido asustada y solo se rió y me dijo que era una broma, me acuerdo que me quedé súper en shock y me bajé a los baños y me puse llorar, estaba muy sacada de onda y nunca le dije a nadie más que a mi mamá”.

Una más habló sobre la violencia de género.

“El profesor Soren Paúl Sandoval hacía chistes sobre mujeres en clase, realmente fuertes. Cuando ya no aguanté le contesté, tras hacer chistes denigrantes sobre mujeres en el salón, le dije todo lo que había callado”.

Desde ese día me ignoró totalmente en clase, no resolvía mis dudas, no firmaba mis trabajos y, obviamente, yo no tenía las firmas que al final del parcial contaba para darnos una calificación, así que me reprobó y tuve que hacer la materia en verano”, finalizó.