Sin vergüenza se va Ramírez de la O, Secretario de Hacienda en México

La llegada de Edgar Amador Zamora como posible sucesor de Ramírez de la O genera más incertidumbre que confianza
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Ramírez de la O, ex titular de Hacienda

La reciente renuncia de Rogelio Ramírez de la O como Secretario de Hacienda marca el final de una gestión que ha dejado a México sumido en una deuda histórica y una economía debilitada.

Durante su mandato, la deuda pública alcanzó niveles sin precedentes, situándose en 13.1 billones de pesos al cierre del tercer trimestre de 2024, lo que equivale al 49.3% del Producto Interno Bruto (PIB).

Este incremento representa un aumento del 58.78% en comparación con el sexenio anterior.

La administración de Andrés Manuel López Obrador, con Ramírez de la O al frente de Hacienda, se caracterizó por un gasto desmedido en proyectos faraónicos y programas sociales de dudosa eficacia.

El Tren Maya, la Refinería Olmeca y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles son ejemplos de inversiones millonarias que no han generado los retornos esperados.

Además, la asignación de recursos a aliados políticos y sindicatos afines, como los 95 millones de dólares otorgados al sindicato de electricistas, evidencia un manejo discrecional y poco transparente de las finanzas públicas.

La deuda per cápita se disparó a 126,277 pesos, un 44.6% más que al cierre del gobierno anterior. Este endeudamiento masivo hipoteca el futuro de las próximas generaciones y limita la capacidad del país para invertir en sectores esenciales como salud, educación e infraestructura productiva.

La llegada de Edgar Amador Zamora como posible sucesor de Ramírez de la O genera más incertidumbre que confianza.

Su cercanía con la administración saliente y su papel en la implementación de políticas que llevaron al descalabro financiero actual no auguran un cambio de rumbo.

La urgencia de una reestructuración profunda en la política económica del país es evidente, pero las señales apuntan a una continuidad de las prácticas que nos llevaron a esta crisis.

La renuncia de Ramírez de la O no exime su responsabilidad en el desastre económico que enfrenta México.

Su gestión será recordada como una etapa oscura en la que la incompetencia y la complicidad con el derroche fueron la norma.

El daño está hecho, y los mexicanos cargarán con las consecuencias de estas decisiones por años.

EU

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