Whisky preferido por Canadienses se tambalea ante aranceles de Trump

Lo que comenzó como una disputa arancelaria ha terminado convirtiéndose en una guerra comercial con una víctima inesperada: el whisky.

Jack Daniel’s, el icónico destilado de Tennessee, está desapareciendo de las estanterías en varias provincias de Canadá.

¿El motivo? Una represalia contra los aranceles que Estados Unidos impuso a productos canadienses, como el acero y el aluminio, durante la era Trump.

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Ahora, Canadá responde golpeando en un área muy sensible: la licorería.

En Ontario, la Junta de Control de Licores (LCBO) ha dejado de vender ciertos productos estadounidenses, incluyendo a Jack Daniel’s, como parte de una estrategia de represalia comercial.

En Columbia Británica, han optado por retirar bebidas provenientes de estados controlados por el Partido Republicano, en lo que algunos llaman “justicia selectiva”.

Mientras tanto, en Quebec, Nueva Escocia y otras regiones, las licorerías comienzan a mostrar un preocupante vacío donde antes se encontraban las botellas de whisky estadounidense.

🚫 || ¡Adiós al whiskey Jack Daniel’s en Canadá! 🥃 Las tiendas comienzan a retirarlo debido a los aranceles impuestos por Trump. Un giro en la relación comercial. #Aranceles #JackDaniels #Trump #Canadá pic.twitter.com/cO3Pd6CQUK

— Cinco Radio Oficial (@laredcincoradio) March 5, 2025

El impacto económico es significativo: solo en Ontario, los productos de EE.UU. generan aproximadamente 965 millones de dólares canadienses en ventas anuales.

Sin embargo, el gobierno de Justin Trudeau parece decidido a utilizar esta medida como una herramienta de presión comercial contra Washington.

Para los fieles amantes del whisky, la situación es llamativa: Jack Daniel’s no solo es una marca emblemática, sino también el alma de cocteles icónicos como el Jack & Coke.

Su ausencia en los anaqueles no solo impacta a los consumidores, sino también a bares y restaurantes que dependen de su disponibilidad.

Este conflicto comercial entre los dos países vecinos ha convertido a las licorerías en un campo de batalla inesperado, ya que las decisiones políticas están afectando directamente los hábitos de consumo.

Mientras los gobiernos de ambos países intercambian sanciones y represalias, los consumidores canadienses enfrentan la realidad de que su whisky favorito podría volverse un producto difícil de encontrar.

Y mientras tanto, queda una pregunta en el aire: ¿quién ganará esta irracional guerra comercial?

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