“El 7 de septiembre”, de Mecano: himno a un corazón roto que sigue amando

El "7 de septiembre", de Mecano, es una de esas canciones que con el paso del tiempo, se ha consolidado como un emblema del rock en español
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Hay canciones que, por su letra y su música, se convierten en himnos universales. “el 7 de septiembre” de Mecano es una de ellas, y aunque fue escrita desde la intimidad de una relación personal, logró resonar en millones de corazones.

Esta composición de Nacho Cano es más que un tema pop: es una carta melancólica, un reflejo del dolor y la nostalgia por un amor que, aunque se transformó, sigue latiendo en la memoria.

Nacho Cano, uno de los pilares creativos de Mecano, la escribió en honor a su ex pareja, Coloma Fernández Armero, con quien compartió varios años de vida y un profundo amor.

Aunque su relación romántica terminó, ambos decidieron continuar con una amistad que, como tantas veces, está cargada de recuerdos, promesas y silencios.

La canción es, en esencia, una celebración del día que marcó su aniversario de pareja, una fecha que, aun en la distancia emocional, sigue siendo significativa.

“Y aunque la historia se acabó, hay algo vivo en este amor, que aunque empeñados en soplar, hay llamas que ni con el mar”, nos dice Nacho entre versos.

Es una narración honesta que expone la vulnerabilidad de las relaciones humanas, donde el amor no siempre muere, pero cambia su forma.

La letra se desliza suavemente entre la melancolía y la aceptación, como si Nacho intentara, con cada palabra, entender y aceptar que el 7 de septiembre será siempre un día especial, aunque ya no signifique lo mismo.

Deshilvanar la letra de “el 7 de septiembre” es caminar por los laberintos de la memoria.

En el estribillo, el autor nos revela el peso de los recuerdos, esas fechas que se vuelven sagradas incluso cuando ya no compartimos la misma cama o los mismos besos.

“Es nuestro aniversario y no sabemos si besarnos en la cara o en los labios”, canta Ana Torroja con una dulzura que contrasta con el desgarro implícito en las palabras.

Y es que no es que ya no exista el amor, sino que este ha cambiado su naturaleza.

Nacho Cano nos recuerda, con dolor y ternura, que las relaciones no siempre terminan con un portazo. A veces, simplemente se transforman.

El tema musical, por otro lado, es un perfecto acompañamiento a la historia que cuenta la letra.

La melodía suave, cuasi nostálgica, se entrelaza con la voz de Ana Torroja, que actúa como un hilo conductor de esa mezcla de sentimientos encontrados.

No busca romper corazones, más bien, los acaricia con la sutileza de quien entiende que el amor es, a veces, un susurro que se desvanece.

La canción se ha convertido en uno de los mayores éxitos de Mecano, no solo por su musicalidad, sino por la universalidad de su mensaje.

Todos hemos tenido de una manera u otra un “7 de septiembre” en nuestras vidas.

Una fecha que, aunque pertenezca al pasado, sigue resonando en nuestro presente, obligándonos a recordar lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que aún sentimos en lo más profundo de nuestro ser.

“El 7 de septiembre” es una de esas canciones que con el paso del tiempo, se ha consolidado como un emblema del rock en español.

Parece mentira que después de tanto tiempo, el 7 de septiembre siga siendo un himno, una oda a la nostalgia y al amor en todas sus formas, una obra maestra… un reflejo colectivo de nuestras propias historias.

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