Acusan al Ayuntamiento de Los Cabos de adjudicarse decenas de hectáreas
Desde hace seis años el señor Gerardo Antonio Montaño Ayala ha estado envuelto en un litigio con el Ayuntamiento de Los Cabos debido a que, según acusa, el municipio se adjudicó decenas de hectáreas de su propiedad. De acuerdo con el denunciante, se trata de 338 hectáreas que corresponden a gran parte de la colonia Leonardo Gastélum.
Montaño Ayala mencionó que hasta el momento más de la mitad del predio se encuentra invadido por cientos de familias. Enfatizó que el Ayuntamiento se ha encargado de sembrar más de 1,200 claves catastrales. Sostuvo que en el fraude y despojo se encuentran involucrados funcionarios y al menos una notaría.
“El municipio ha llevado a cabo actos donde se acerca a la ciudadanía, dice que ya ganó, que ya nos ganó el juicio, juicio que ellos nunca han, puesto que me hubiera deseado que lo hubieran hecho, que hubieran sido ellos, pero, pero hasta ahorita, eh, las cosas legales siguen su curso normal como debe de ser y en espera de que salga la resolución, no y hago un llamado al municipio de Los Cabos a que desmienta todo eso que estoy diciendo”, manifestó.
Por su parte, su abogado, Agustín Quintero, comentó que Montaño Ayala cuenta con los papeles que acreditan la propiedad de la tierra. Explicó que el despojo del Ayuntamiento salió a la luz cuando el propietario intentó vender el predio a una inmobiliaria, momento en el que se descubrió que se habían estado otorgando títulos y permisos de asentamiento.
“Se trata de que respeten la tenencia de la tierra de un particular que les ha demostrado desde un principio que es su que está debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad que está manifestada que le estamos pagando predial que hay una subdivisión firme en esa escritura y a pesar de ellos sembraron 1,200 claves catastrales”, apuntó.
Montaño Ayala dijo que en diversas ocasiones se ha acercado con las autoridades municipales para buscar una solución. Sin embargo, indicó que tanto las administraciones de Arturo de la Rosa como de las Armida Castro y de Óscar Leggs han ignorado sus esfuerzos de conciliación.