Antisépticos, antibacteriales y desinfectantes: ¿cuál es la diferencia?

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La necesidad de extremar las precauciones ante la pandemia de COVID-19 volvió a darle un papel central al lavado de manos y la higiene personal. Pero además del agua y el jabón —que son generalmente la mejor opción— aparecen en escena otros tipos de sustancias clave como los desinfectantes, los antisépticos y los antibacteriales.

Higienizarse las manos puede parecer algo sencillo pero conviene comprender qué es lo que sucede con la piel de nuestras manos en el día a día. Según explica un artículo del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la piel de las manos está habitualmente cubierta por millones de bacterias.

Las bacterias que colonizan la piel son denominadas flora bacteriana cutánea y se dividen en dos tipos: las ‘residentes’, es decir las que permanecen en la piel, y las transitorias, que son las que aparecen en las capas más superficiales de la piel y llegan a las manos a través del contacto con personas o superficies.

Este tipo de partículas son las que precisamente pueden ser removidas con un lavado de manos o con la aplicación de determinados productos químicos.

En estos días pueden leerse y escucharse infinidad de publicidades sobre productos ‘antibacteriales’ o diseñados específicamente para eliminar a la mayoría de los gérmenes con los que nos cruzamos en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, es preciso entender cuáles son las diferencias.

¿Cuál es la diferencia entre antibacterial, antiséptico y desinfectante?

  • Antibacteriales

Se trata de productos que, tal como su nombre lo indica, tienen la función de eliminar bacterias o, al menos, inhibir o enlentecer su reproducción. Existen muchas sustancias con efecto antibacterial, aunque la más utilizada en jabones, pastas dentales y otros productos de tocador es el triclosán.

Productos únicamente antibacteriales como el triclosan pueden no tener efectos sobre los virus, según quedó demostrado en estudios científicos como uno realizado por investigadores de la Universidad de Seúl, Corea del Sur.

  • Antisépticos

Las sustancias antisépticas no solo actúan sobre las bacterias, sino también sobre virus y hongos, por lo que tienen un efecto más abarcativo que los antibacteriales.

El alcohol al 70% es el producto más utilizado como antiséptico, tanto para el cuidado casero como para el quirúrgico, para el que se lo suele combinar con tintura de yodo.

  • Desinfectantes

Son las sustancias más efectivas en las eliminación de todo tipo de gérmenes, destruyéndolos o dejándolos en niveles que no son nocivos para el ser humano. Sin embargo, su carácter dañino para la salud humana hace que sean utilizados únicamente sobre superficies inertes.

El ejemplo más común en el uso doméstico es el hipoclorito de sodio (conocido habitualmente como lejía, lavandina o cloro), de utilidad como desinfectante o solvente. Este tipo de sustancia es muy útil para combatir la permanencia del coronavirus en superficies de la casa, aunque es importante tener precaución en el contacto con la piel y el rostro, ya que puede provocar quemaduras y lesiones oculares.

Sputnik

 

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