Aprobación de Bolsonaro se mantiene estable en pleno repunte
La aprobación del presidente Jair Bolsonaro se mantiene en su nivel más alto justo en momentos en que la pandemia repunta en Brasil, el segundo país con más muertos por el nuevo coronavirus, según una encuesta publicada este domingo.
El 37% de los brasileños interrogados considera que el mandatario de extrema derecha está haciendo un trabajo “bueno” o “muy bueno”, de acuerdo con un sondeo realizado por el Instituto Datafolha entre el 8 y el 10 de diciembre.
El jefe de Estado de 65 años registró el mismo porcentaje de popularidad en la última medición de Datafolha en agosto, repitiendo la mayor tasa de aprobación desde que asumió el mando del gigante latinoamericano en enero de 2019.
Además, el número de brasileños que considera el gobierno de Bolsonaro “malo” o “pésimo” cayó de 34% a 32% aunque quienes lo creen “regular” aumentaron de 27% a 29%.
La encuestadora entrevistó a 2.016 personas por teléfono y tiene un margen de error de dos puntos.
Sin embargo, el nivel de aceptación de la gestión del ultraderechista es el segundo peor de un presidente desde que Brasil regresó a la democracia en 1985, sólo por delante de Fernando Collor (15%), que gobernó entre 1990 y 1992, según el diario Folha de Sao Paulo, que divulgó la muestra.
El expresidente izquierdista Luis Inácio Lula da Silva llegó a superar ampliamente el 60% de aprobación.
Bolsonaro, quien ha restado importancia al nuevo coronavirus y lo ha llamado una “pequeña gripe”, dijo el jueves que el país “está al final de la pandemia” y ha afirmado que no piensa vacunarse.
Los expertos, por el contrario, sostienen que Brasil atraviesa una segunda ola. La curva de fallecimientos semanales por covid-19 ha aumentado considerablemente en las últimas semanas.
Más de 181.400 personas han muerto por el coronavirus en la potencia latinoamericana, una cifra solo superada por los más de 297.000 fallecidos en Estados Unidos.
A pesar de ellos, la popularidad del excapitán del ejército ha escalado, con variaciones, en medio de la emergencia sanitaria.
Su respaldo ha aumentado entre los brasileños más pobres, que empezaron a recibir en abril un subsidio mensual de 600 reales (unos USD 118) para paliar los efectos del parón económico provocado por la pandemia.
La asignación fue prolongada hasta diciembre, aunque su valor fue reducido a la mitad.
Además de críticas internas y externas por su manejo sanitario de la pandemia, el mandatario también es cuestionado por su política ambiental, con nuevos incendios forestales en la Amazonía y el Pantanal y altos índices de deforestación.
Bolsonaro aspira a presentarse a un nuevo mandato en las presidenciales de 2022.
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