BCS avanza hacia la prohibición de comida chatarra en escuelas
A partir del 29 de marzo de 2025, las escuelas de Baja California Sur dejarán de vender comida chatarra y bebidas azucaradas, como parte de las nuevas medidas impulsadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel nacional. El objetivo es promover hábitos saludables entre los estudiantes, combatiendo los altos índices de sobrepeso, obesidad y mala alimentación que afectan a la infancia y adolescencia.
La secretaria de Educación Pública en el estado, Alicia Meza Osuna, informó que ya se está trabajando en una estrategia para la eliminación de comida chatarra en las tienditas. Para ello, se están siguiendo los lineamientos para los establecimientos escolares publicados en el Diario Oficial de la Federación.
“Se establece lo que a cada quien nos corresponde; tanto a las autoridades educativas como a las autoridades escolares que son supervisoras y supervisores y directoras y directores de las escuelas. Entonces estamos trabajando esta parte, definiendo la mejor estrategia porque viene un periodo de sensibilización. Todos tenemos que empezar a acostumbrarnos a una nueva alimentación”, señaló Meza Osuna.
La estrategia contempla una reunión estatal con supervisores y directores escolares para definir las responsabilidades y garantizar la implementación exitosa del programa. Asimismo, se busca involucrar a los padres de familia para reforzar estos hábitos saludables desde el hogar.
Datos preocupantes sobre la alimentación en México
De acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2023, México registra altos índices de obesidad infantil y hábitos poco saludables. En el grupo escolar de 5 a 11 años, el 34.2% padece sobrepeso u obesidad, mientras que el consumo de bebidas azucaradas alcanza el 86.1%. En contraste, el consumo de frutas y verduras apenas llega al 51.3% y 28.4%, respectivamente.
En adolescentes, el 38.1% enfrenta sobrepeso y obesidad, y el 90.6% consume habitualmente bebidas endulzadas. Además, el 76.4% de los menores pasa más de dos horas al día frente a pantallas, lo que contribuye a un estilo de vida sedentario.