Bulgaria abraza el euro: ¿salvación económica o un salto al vacío para los más pobres?

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Bulgaria abandona su moneda nacional para unirse oficialmente a la zona del euro. Este hecho ocurre en medio de una profunda desconfianza por parte del sector más pobre de la Unión Europea.
Cerca del 49 % de la población local se opone a esta transformación financiera sin precedentes. Muchos ciudadanos temen un alza desmedida en el costo de vida y en los productos básicos.
El país atraviesa un periodo de inestabilidad con ocho procesos electorales en apenas cinco años. Las fuerzas políticas opositoras utilizan el descontento social para promover discursos contra el bloque europeo
¿Representa esta medida un peligro real para la estabilidad de los hogares?
El Parlamento búlgaro estableció organismos especiales con la facultad de investigar y sancionar cualquier incremento de precios que carezca de una justificación técnica vinculada al cambio de divisa.
Los datos oficiales revelan que la inflación en los alimentos básicos ya supera el 5 %, una cifra que duplica la media registrada en el resto de los países de la eurozona.
¿Cuáles son los beneficios económicos que justifican este cambio de moneda?
La presidenta del Banco Central Europeo sostiene que el impacto negativo en los precios al consumidor será mínimo y tendrá una duración muy breve tras la fase de adaptación inicial.
Las empresas locales proyectan un ahorro anual de 500 millones de euros gracias a la eliminación definitiva de las costosas comisiones por el intercambio de divisas en sus operaciones comerciales.